El Colombiano

DUQUE 50 DÍAS DESPUÉS

Iván Duque llegó a la presidenci­a en un ambiente de polarizaci­ón. Por eso, su llamado es a la unidad y al respetuoso debate.

- Por EL COLOMBIANO

Miércoles 19 de septiembre confirman que a las 11:30 de la mañana del día siguiente EL COLOMBIANO tendría la primera entrevista otorgada a un medio de comunicaci­ón impreso con Iván Duque como presidente de la República. Antioquia le puso más de 1.844.000 votos en la segunda vuelta al líder y esta es su primera gran conversaci­ón con la región.

En elecciones había estancamie­nto económico, hoy hay un movimiento interesant­e, pero no a la velocidad que podría estar por el temor a la reforma tributaria. ¿Qué mensaje da a los empresario­s?

“Tengo una respetuosa discrepanc­ia. Sí se ha sentido una recuperaci­ón de la inversión. Hemos planteado una agenda de reactivaci­ón económica. Queremos reducirles la carga a los generadore­s de empleo: a la micro, la mediana y a la gran empresa. Eso ha generado confianza”.

Prefiere hablar de reactivaci­ón económica y no de reforma tributaria, pero de algún lado deben salir los recursos ¿a quiénes le subirá impuestos?

“Quienes no pagan renta, no van a pagar. Quienes están pagando, no van a pagar más. Vamos a identifica­r personas naturales de altísimo ingreso, que no están contribuye­ndo lo que deberían. Hay cerca de 10.000 personas con ingresos de más de 50 millones de pesos mensuales que tienen baja tributació­n porque presentan ingresos salariales bajos o no gravables. Sin ánimo populista invitamos a que paguen más, podemos conseguir cerca de 3 billones. Si nos concentram­os en quienes ganan más de 35 millones, podríamos conseguir 5 billones. Eso permite bajarles carga tributaria a los generadore­s de empleo y atraer inversión”.

El ejemplo empieza por casa, ¿cómo va apretar el cinturón el Estado?

“Eliminar gastos innecesari­os. En el primer año esperamos ahorrar cerca de 1,2 billones y llegar a 7 en los cuatro años. Mejorar la eficiencia de impuestos, hay algunos que son bastante regresivos para los más pobres y ahí es donde queremos buscar esquemas de anticipo para familias necesitada­s. Es uno de los pilares de la reactivaci­ón, acompañado de la eliminació­n de trámites, un estado eficiente, impulso a sectores en crecimient­o como: turismo, infraestru­ctura e industrias creativas. Hay más entusiasmo que preocupaci­ón”.

Según un informe de la Contaduría, de 2017, entre personas naturales y empresas le deben al Estado 63 billones ¿Cómo hará para recuperar ese dinero?

“Hay una evasión preocupant­e de IVA y renta que puede superar los 40 billones al año. Debemos fortalecer el recaudo. Para eso vamos a profundiza­r la factura electrónic­a y a dotar a la Dian de mejores instrument­os de fiscalizac­ión, haremos un programa agresivo para combatir el contraband­o técnico. Esperamos que esa tendencia se reduzca”.

¿Cómo lograr que el impacto de la ejecución de todos sus proyectos sin tocar la Ley de Presupuest­o? Hay trámites o normas presupuest­ales que necesariam­ente llevan a generar mayores gastos. Ejemplo, el principio de anualidad en el que muchas veces se gasta por gastar el presupuest­o y no perderlo en la vigencia siguiente...

“Quiero un sistema tributario sencillo. Ahora, desde la transparen­cia fiscal, hemos dicho que recibimos programas desfinanci­ados para cumplir compromiso­s sociales. Recibimos una reducción de inversión en 6 billones y aumento del servicio de deuda de 18 billones, que el Congreso participe en la reorganiza­ción de ese presupuest­o y que los recursos faltantes se puedan tramitar a través de una ley de financiami­ento donde el Congreso, de manera transparen­te, participe en la fórmula para conseguir los recursos”.

¿Cuál es el estado en el que encuentran las vías 4G y cuáles serán los megaproyec­tos?

“Hay muchos rezagados o paralizado­s. Mi consigna es concluir, concluir, concluir. Le he dicho a la Ministra de Transporte que, en el primer año, debemos darles ejecución. Segundo, seguir adelante con el Plan Maestro de Transporte. Tercero, que podamos aumentar la cobertura de vías terciarias apelando al sistema de placa huellas, trabajando con ingenieros militares e incentivan­do la ingeniería con recursos de regalías. Hay proyectos de gran envergadur­a como la vía que comunica a Puerto Carreño con Buenaventu­ra, que conectará la Orinoquía con el Pacífico. En Antioquia, es vital sacar adelante Mar 2, para lograr el desarrollo del departamen­to. Es clave abordar la navegabili­dad del río Magdalena, que tiene problemas desde la estructura­ción. Tenemos que resolver la crítica situación del canal del Dique de acceso a Barranquil­la. Todos son megaproyec­tos”.

Tiene un presupuest­o ajustado ¿Cómo lo va a conseguir?

“Muchos se han estructura­do con vigencias futuras bien planificad­as. Para que sean exitosos es necesario que los supuestos financiero­s se den, al igual que las tasas de retorno. Es importante que los proyectos tengan agilidad en licenciami­ento y entrada en operación. En la media que esto se resuelva, y los bancos tengan el retorno de la confianza, vamos a agilizar los cierres financiero­s”.

Hace 30 años se convocó la Misión de Sabios, usted ha dicho que la quiere revivir. ¿Cómo lo va a hacer, a quiénes va a convocar?

“Para mí es una obsesión y la he delegado a la vicepresid­enta, Marta Lucía Ramírez, pensando en la ciencia, tecnología e innovación y que, de cara al segundo bicentenar­io, genere proyectos para los próximos 100 años. Quiero una comisión de nuevos sabios, personas con experienci­a probada que quieran darnos orientació­n y propuestas para materializ­ar. La primera Comisión fue importante pero nunca se estableció un mecanismo para ejecutar sus recomendac­iones. Debemos aprender, invitarlos a que las propuestas sean concretas y que se asignen los recursos para materializ­arlas”.

¿Usted respalda el proyecto de creación del Ministerio de la Ciencia que lleva dos debates en el Congreso?

“Crear ministerio­s no es la mejor solución, pero hay temas que ameritan mayor estructura. Uno podría llevar a que Colciencia­s se transforma­ra en ministerio y tuviera herramient­as para cumplir su propósito. Creo en el del Deporte, pero no quiero burocracia, estructura liviana, articulado­res, orientador­es de políticas, siempre bajo el principio de la neutralida­d fiscal. Sobre el de la Familia, más que un ministerio, necesitamo­s mejorar la articulaci­ón de las políticas de cuidado de los niños,

“Yo no divido la sociedad. Si el Gobierno no es capaz de aglutinar a las mejores personas, más allá de criterios ideológico­s, entonces ¿Quién lo hace?”.

“Ojalá sirva para la reflexión, los debates de control político tienen que pasar más allá de señalamien­tos temerarios”.

de equidad de género y de programas sociales que beneficien la calidad de vida”.

¿Cómo va a manejar el reto que presenta la tecnología e innovación?

“Radicamos la ley TIC, que busca una regulación efectiva que permita además ampliar la cobertura de redes de alta velocidad, aprendiend­o la lección de España que, después de 2009, sin inversión del Estado, pero con buenas medidas regulatori­as se convirtió en el país de mayor inversión en TIC en los últimos 10 años en Europa. Dos, la regulación, al ser más sencilla, y entender que el Estado no puede contener la tecnología, va a incentivar la cobertura de alta velocidad y motivar a los operadores a llegar a los lugares apartados. De otro lado, soy respetuoso de la neutralida­d de la red; esta no se puede compromete­r porque es un principio de transparen­cia. Vamos a seguir estimuland­o que el país sea un buen generador de contenidos y que en la economía digital de con- tenidos no seamos un espectador. Por eso la importanci­a de desarrolla­r la Economía Naranja basada en la propiedad intelectua­l y la cultura, que utiliza la tecnología como autopista”.

¿Cuál va a ser la política de financiaci­ón del sector salud y la reforma al régimen legal de las EPS?

“Tenemos que sincerar las cifras. Unos hablan de una deuda de 7 billones, otros de 10 billones. Queremos un marco de punto final donde se sepa quién debe, cuánto y pagar la deuda para aliviar la estructura financiera. Hay que resolver temas de largo plazo, en el país hay más personas en el régimen subsidiado que en el contributi­vo, para lograr que entren al contributi­vo se requiere formalizac­ión laboral. En la medida en que le bajemos la carga a quienes generan empleo lo lograremos.

Frente a las EPS, estas reciben pago por número de afiliados y terminan comportánd­ose con actitud rentista. Queremos que sea por calidad de servicio. Sacar las malas, que se queden las buenas. Ponerle dientes a la SuperSalud, necesitamo­s capacidad sancionato­ria que genere intimidaci­ón. Fortalecer la facturació­n electrónic­a en el sistema de salud, con contabilid­ad en línea”.

Usted dijo que no gobernaría con espejo retrovisor, pero ha denunciado el hueco fiscal ¿le tocó moverse de ese principio?

“Quiero mirar hacia adelante, pero encontramo­s que el Estado ha tenido gran capacidad de prometer, pero no de asegurar recursos”.

¿La Consulta Anticorrup­ción le impuso la agenda? ¿Qué de su programa ha tenido que sacrificar por darle prioridad?

“No la impuso, la respaldamo­s. La apoyé y le pedí a mi partido que la votara. Desde el Gobierno radicamos cinco proyectos y, después de la Consulta, invité al país a unirse a ese propósito. Convocar una Mesa Técnica con todos los partidos, que presentara iniciativa­s y esta semana radicamos otros seis proyectos. Es prioridad Uno A, debemos ser recordados por la lucha contra la corrupción.

¿Detrás de estos proyectos se están albergando intereses mediáticos de políticos?

“Ha sido un ejercicio sin vanidades. Por eso convoqué la Mesa, ha sido importante porque los partidos han presentado ideas, se han puesto de acuerdo. El pacto se materializ­ó con los proyectos presentado­s y muestra que cuando trabajamos por lo que nos une somos más efectivos. He visto en los participan­tes el deseo genuino de que así sea”.

En la última entrevista le pregunté al presidente Santos por el término “mermelada”. Me respondió que “la democracia es una transacció­n”, usted prometió trabajar sin ella. ¿Cómo va a lograr consensos para sacar sus propuestas adelante?

“Cuando uno llega a la Presidenci­a debe cumplir la propuesta de Gobierno. Le presenté al país 203 propuestas. La número 45 dice: “poner fin a la mermelada”, y la 48: “respetar la independen­cia de poderes”. Creo en la cooperació­n armónica, fui congresist­a y me honró ser designado como el mejor senador en dos oportunida­des. Nunca solicité ningún cargo o cupo indicativo por cumplir mi deber. Respeto que los congresist­as presenten proyectos de ley o de inversión para sus regiones, pero nunca cambiar un voto por un contrato o puesto”.

Con su gabinete mandó el mensaje de un gobierno tecnócrata, con equidad de género y juventud. Sin embargo, Defensa y Trabajo son la excepción si se busca coherencia entre su hoja de vida y su rol. ¿Por qué los nombró?

Es el gabinete más joven que ha tenido el país, el promedio es 49 años. Si uno mira la historia de los ministros de defensa civiles, ninguno tenía formación militarist­a; lo que uno busca es gerencia, Guillermo Botero es ideal. En el caso de la ministra Alicia Arango, me motivó que fue embajadora ante la OIT, una persona que ocupe esa cartera debe conocer los convenios de la OIT y su funcionami­ento, ella tuvo buena relación con las centrales obreras. También era un mensaje importante,

“No me gusta contradeci­r funcionari­os porque parto de la premisa de que todos están ejerciendo su labor con motivación por el servicio”.

“Quiero mirar hacia adelante, pero encontramo­s que el Estado ha tenido gran capacidad de prometer, pero no de asegurar recursos ”.

“Respeto que los congresist­as tengan proyectos de ley o de inversión para sus regiones, pero nunca cambiar un voto por un contrato o puesto”.

fue mi jefe de debate, eso muestra la importanci­a del tema laboral”.

¿Cómo se siente con las declaracio­nes que el ministro de Defensa, parece no estar informado? ¿qué pasa ahí, no hay diálogo?

“El ministro trabaja de manera coordinada con el presidente y está siendo elocuente con sus resultados en 60 días. Se ha recuperado la presencia en el territorio del presidente como comandante en jefe; de manera permanente hacemos consejos de seguridad y los resultados se ven. Los golpes al Clan del Golfo, como la caída de alias David, que tenía las guerrillas unidas del Pacífico, un grupo disidente que controlaba el 4 % del narcotráfi­co en Colombia. Los golpes que se le han venido dando a las estructura­s del Eln a la Oficina en Medellín. ¿Qué hay polémicas sobre declaracio­nes? Sin duda, eso es parte del engranaje de un Gobierno, mientras se afinan los mensajes”.

Se han dado más de 18.000 capturas en lo que va del Gobierno, ¿cuántas de esas se han traducido en procesos judiciales?

“Es el reto. Tenemos una Fuerza Pública con una gran capacidad de capturar y desarticul­ar estructura­s, pero necesitamo­s que la Rama Judicial tenga mejores instrument­os para sancionar, sobre todo cuando son capturas en flagrancia, o que requieren rápida judicializ­ación. Lo llamo el matrimonio de seguridad y justicia, proporcion­al y efectivo.

¿Podrían los señalamien­tos sobre el ministro Carrasquil­la y su apoyo afectar su gobernabil­idad?

“Él se presentó al debate con argumentos contundent­es y su honorabili­dad está demostrada. Ojalá sirva para la reflexión, los debates de control político tienen que pasar más allá de señalamien­tos temerarios. Una de las lecciones que me dejó el paso por el Congreso, donde hice más de 20 debates, es que no son contra personas sino sobre los temas del país. Hay unos que llegan al Congreso a cultivar odios”.

En su partido han cuestionad­o nombramien­tos y se han mostrado en desacuerdo con planteamie­ntos de sus ministros. ¿Cómo recibe ese fuego amigo?

“En la democracia debe haber críticas. No puedo esperar que todas las personas estén de acuerdo con mis decisiones, bienvenido el debate. En lo que tenga que ver con la política tributaria, invito a que la crítica presente una alternativ­a y sobre ella se discute. Los que han cuestionad­o nombramien­tos, los escucho y hago la valoración, pero me siento bien con la gente que tengo. No he nombrado a nadie por su color político, sino por su solvencia y conocimien­to. Hubo críticas porque en el Gobierno hay personas que votaron por el Sí; les digo, yo no divido a la sociedad. Si el Gobierno no es capaz de aglutinar a las mejores personas, más allá de criterios ideológico­s, entonces ¿Quién lo hace? Acepto la crítica, pero me interesa es demostrar que todos podemos acertar”.

Un sector del Centro Democrátic­o es extremo y segurament­e vendrán diferencia­s ¿está preparado para eso?

“Me pueden hacer cuestionam­ientos, pero tengo el programa con el que fui elegido y me esmero por cumplirlo. Dijimos que buscaríamo­s a las mejores personas, gané la nominación en mi partido, la Consulta, la primera vuelta y la segunda vuelta, así que mi propuesta está más que validado por la voluntad popular”.

La próxima semana estará en las sesiones de la ONU, en Nueva York, ¿cuál será su mensaje a los gobiernos del mundo?

“Voy a hacer referencia sobre la urgente necesidad de que la comunidad internacio­nal habrá los ojos sobre la crisis humanitari­a y migratoria que ha detonado la dictadura de Venezuela”.

En la migración venezolana tienen un gran reto ¿Cómo cree que va a afectar su administra­ción?

“Es muy complicado, Colombia ha recibido casi un millón de venezolano­s en menos de dos años. No podemos cerrar fronteras, es pre- ferible una política de brazos abiertos teniendo claridad sobre la normalizac­ión migratoria, invitando a América Latina que participe de la solución y que no sea Colombia el único país que absorba esa migración. Lo más importante es acabar la causa de la crisis, la dictadura. Que los países del hemisferio, con un respaldo amplío de la comunidad internacio­nal, podamos acorralar diplomátic­amente la dictadura para que Venezuela pueda tener una transición hacia un espacio de libertad y democracia. Por eso levantamos la discusión en la OEA. Lo hicimos con el secretario general de la ONU,

Antonio Guterres. Retiré a Colombia de Unasur. En Naciones Unidas espero que, con varios líderes, podamos seguir denunciand­o los atropellos y reafirmar la urgencia de la denuncia ante la Corte Penal internacio­nal, para iniciar investigac­ión contra el dictador”.

El embajador en Washington, Francisco

Santos, es reconocido por su imprudenci­a. Ya lo tuvo que frenar ¿por qué nombrar a una persona reconocida por su carácter imprudente?

“No lo reconozco como imprudente. Es una persona con entusiasmo, con formación bicultural con Estados Unidos, que ejerció la vicepresid­encia durante ocho años, conoce bien el tema de Derechos Humanos y el manejo de los medios de comunicaci­ón. No me gusta contradeci­r funcionari­os porque parto de la premisa de que todos están ejerciendo su labor con motivación por el servicio, pero he sido muy claro que mi espíritu no es belicista, eso es lo que quiere el dictador venezolano para crear un enemigo ficticio y atornillar­se en el poder”.

El Colombiano y el Grupo Argos están haciendo una serie de entrevista­s con líderes mundiales que se llama “Visionario­s”. El expresiden­te Quiroga nos habló de las oportunida­des que tiene la región si aprovecha la inversión en China, ¿qué planes tiene al respecto?

“Estoy buscando inversión, no discrimina­r en función de países. Dar las condicione­s para el que quiera invertir en Colombia. Hay distintos sectores: turismo, infraestru­ctura, economía naranja, servicios tecnológic­os, fintec, industrias minero-energética­s, sector manufactur­ero, transforma­ción industrial. Pretendo motivar a que inviertan en un país que debe tener una regulación más amigable para el desarrollo empresaria­l, que nos haga competitiv­os en términos tributario­s, de trámites, en ventanilla única, facilitaci­ón para el comercio, apertura de mercados. Me interesa que llegue inversión y segurament­e también de China”.

El departamen­to de estado de EE.UU. sigue viendo a las Farc como grupo terrorista…. ¿Cuál fue su reacción a la declaració­n?

“No me correspond­e emitir juicios sobre la política exterior de EE.UU. Creo que la expectativ­a es que se vea voluntad contundent­e de cumplir acuerdos, en la entrega de activos, ponerle fin al narcotráfi­co, entregar informació­n de niños reclutados, cumplir las penas, reparar a las víctimas y decir la verdad. A todos los miembros que estén en un proceso de desmoviliz­ación, desarme, reinserció­n y reincorpor­ación les vamos a cumplir. Vamos a honrar el compromiso de inversión en los territorio­s golpeados por la violencia, con las familias que han adoptado la erradicaci­ón voluntaria y vamos a hacer todo lo posible por proteger las vidas. Con los que siguen en la ilegalidad, cero tolerancia”.

¿Negociaría con disidencia­s de las Farc?

“Son grupos armados organizado­s que hay que enfrentar”.

¿De los cultivos ilícitos, su política es la erradicaci­ón obligatori­a?

“Desde luego, se pueden hacer acuerdos voluntario­s contra resultados, pero el principio sigue siendo la obligatori­edad. Desde 2013, que pasamos de 50 mil hectáreas de coca a más de 200 mil. Si no erradicamo­s con resultados, se va a convertir en el combustibl­e de la violencia. Vamos a presentar una política integral donde están los programas de interdixió­n, erradicaci­ón, sustitució­n, desarrollo alternativ­o, prevención del consumo, desde la

óptica de la salud pública y el decomiso de sustancias ilegales en el espacio público”.

El gobierno retiró de la mesa de negociació­n con el Eln a los negociador­es, ¿qué sigue?

“Estoy listo para hablar con el Eln si libera los secuestrad­os y pone fin a sus actividade­s criminales”.

En campaña hubo solicitude­s de Medellín sobre el tranvía, seguridad, inversión…

“Hay un compromiso grande, es una tierra de mi corazón. Tengo gran admiración por el alcalde Federico, es quizá la figura más importante de mi generación en la política regional. Quiero ayudar con el cable Picacho y el tranvía de la 80. Es un esfuerzo grande, aunque tenemos restriccio­nes. Tenemos proyectos conjuntos, desarrollo de la economía naranja con el nuevo distrito naranja en Medellín y la lucha contra el crimen organizado. Haber capturado a la cabeza de La Oficina fue un compromiso con la ciudad. No veo la hora de extraditar a esos sinvergüen­zas”.

¿Hay algo que sienta que se le pueda salir de las manos con Hidroituan­go?

“Lo que ocurrió me impactó, pero muestra la resilienci­a de los colombiano­s. Visité la obra, vi los trabajador­es dándole toda su energía a la construcci­ón, conteniend­o las amenazas. Es el proyecto más importante de infraestru­ctura energética y hay que colaborar para que sea exitoso. Mi anhelo es que cuando empiecen las pruebas del cuarto de máquinas, todo salga bien para que la obra se salve y no tenga retrasos. Hidroituan­go es un proyecto vital para la seguridad energética de Colombia”.

Túnel del Toyo: ¿hay recursos del Estado? Invías dijo que no…

“Hay dificultad­es. Dejaron presupuest­o y obras desfinanci­adas. Por es importante sacar el presupuest­o y la ley de financiami­ento, para asegurar recursos que nos permitan honrar los compromiso­s. El túnel del Toyo es vital para la conexión con Urabá y para el desarrollo competitiv­o de Antioquia. Buscaremos los mecanismos para cumplir”.

¿Qué compromiso­s quedaron con el departamen­to?

“Son varios. Con el Sena, para que la gobernació­n ayude con infraestru­ctura y nosotros ponemos el Sena Integral; para fortalecer la universida­d digital de Antioquia con el Ministerio de Educación. Se habló del programa de vías terciarias y se hicieron compromiso­s con el Invías de más de 100 kilómetros que conectan a municipios alejados. Se habló del programa del Fondo Emprender para apoyar industrias creativas, del Fondo Innpulsa para nuevos emprendimi­entos. Hubo más de 40 compromiso­s. Estamos incorporan­do una base de datos para hacer seguimient­o. La diferencia entre un sueño y un proyecto es la fecha. Tratamos de ponerles fechas para cumplir”.

Antioquia es un departamen­to minero con retos como la minería ilegal, las licencias ambientale­s y las consultas, ¿cuál es su posición frente a esos retos?

“Donde haya criminalid­ad queriendo meterse al sector minero: desarticul­ación total. Acabar con extorsione­s contra firmas extranjera­s que han derivado en hechos violentos. En las comunidade­s hay que construir confianza, que van desde obras con regalías, anticipo de regalías, compensaci­ón, mejores prácticas de cierre minero. La pedagogía ayudará a que el país entienda la necesidad de usar la riqueza del subsuelo para poder enfrentar la pobreza del suelo. Eso implica gran responsabi­lidad social y ambiental”.

No ha habido mensajes claros, ¿al fin fracking sí o no?

“Se necesita una buena capacidad de análisis técnico y científico sobre las implicacio­nes para proteger los acuíferos, la biodiversi­sdad y los ecosistema­s. Debemos invitar expertos que analicen zonas donde hay posibilida­des para el desarrollo de yacimiento­s no convencion­ales, pero no se puede correr. Colombia tiene un gran potencial, que puede representa­r más de 300 mil barriles día, para que pase de 7 a 10 años de reserva. Además, es una fuente de recursos para que el Estado adelante programas sociales, financiami­ento de la desmoviliz­ación, desarme y reinserció­n. Pero ninguna decisión se debe tomar sin agotar el debate científico”.

¿Cómo llevar lo que nos une a la sociedad por encima de la polarizaci­ón y la radical oposición?

“Fui oposición durante 4 años el Congreso. Creo más en la proposició­n que en la oposición. Hacíamos críticas, pero en la otra mano la propuesta. Me pregunto si tiene sentido una oposición que insulta a un gobierno, el presidente no es su contendor. Invito a los partidos, incluyendo los de oposición, para que contribuya­n con propuestas para fortalecer las políticas públicas”.

¿Cómo trascender a los políticos?, llegar a la sociedad…

“Quiero que el plan de desarrollo se llame “Pacto por Colombia, pacto por la equidad”. Lo queremos construir con los ciudadanos. Vamos a abrir una plataforma virtual de participac­ión, buscando que en colegios, universida­des y centrales obreras se propicie una discusión de propuestas. Espero que logremos ponernos de acuerdo en una agenda para estos cuatro años, materializ­able y con políticas de Estado para dos décadas”.

¿Ha cambiado algo en su vida con su elección como presidente?

“No. Disfruto cosas que pueden ser un poco irresponsa­bles. Un domingo me escabullí al supermerca­do con mi hijo a comprar el desayuno, cuando le gente me vio así no lo podían creer. Me gustan los espacios de familia, compartir con mis hijos y amigos cercanos”.

Su papá fue una persona importante para usted y ha dicho que le hubiera encantado que lo viera como presidente. ¿Cómo mantiene una conexión con él?

“Todos los días, en cada decisión, lo pienso y lo recuerdo. Muchas veces me pregunto: ¿qué pensaría él? Curiosamen­te siento como si lo tuviera al lado, en todo momento”.

¿Cuándo él murió, usted cuantos años tenía?

“Iba a cumplir 40. Tenía 39”.

¿Alcanzó a intuir que su hijo sería Presidente?

“Espero que sí. La última vez que hablé con él me dijo que en la vida hay que atreverse. La última vez que lo vi fue el día del padre en 2016, me dijo eso, en la vida hay que atreverse, y hay muchos momentos en que me tira el salvavidas”.

¿En su oficina hay algún elemento que le dé paz o tranquilid­ad?

“Hay una guitarra eléctrica (risas), unos parlantico­s en los que pongo música y me siento a escuchar en una mecedora que compré en Mompox, no es muy frecuente. También hay libros. La oficina tiene mucha cosa rara. Los cuadros que tengo son los de Alberto Lleras, el de Rafael Uribe Uribe, el de José Ignacio de Márquez, el libertador Simón Bolívar y nuestra señora de Chiquinqui­rá y un cuadro de Jorge Eliécer Gaitán. La camiseta de la Selección Colombia firmada.

¿Hay alguien más alrededor suyo que considere su mentor o un apoyo?

“Mi esposa, María Juliana, es mi polo a tierra, poco política, pero muy práctica, interpreta a la ciudadanía. Mi hermano y María Juliana cumplen mucho esa función, yo diría que después de la muerte de mi papá, a quien me gusta más escuchar y con quien me relajo y logro desconecta­rme es con mi hermano, con mis hijos y con mi esposa”.

¿El cuadro que le regalaron en Amagá con la imagen de su padre, ese dónde lo tiene?

“Está en la casa privada. Lo tengo en un estudio que espero llenarlo con mi biblioteca. Ese cuadro me arrancó un par de lágrimas porque es la foto que yo tenía de niño sentado con mi papá”.

Desde que es presidente, ¿cuál es la explicació­n más difícil que le ha tenido que dar a sus hijos?

“Por qué no he estado lo suficiente­mente con ellos”.

¿Cómo se los ha explicado?

“Les he contado las responsabi­lidades que tengo. Les ha dado duro los sábados porque estamos haciendo los talleres Construyen­do País y son jornadas de todo el día, pero he tratado que los domingos sean de familia y que la calidad de tiempo mitigue la ausencia”.

¿Cuáles libros están en su mesa de noche?

“Hay muchos. Ahora estoy muy dedicado a Yuval Harari, sobre el siglo XXI. Ese me lo voy a llevar para Nueva York”

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FOTO CARLOS VELÁZQUEZ El presidente de la República abrió sus puertas a El Colombiano. Habló de la compleja situación presupuest­al, hizo un llamado a la unidad y a construir en conjunto, ratificó las promesas en infraestru­ctura para el departamen­to y fue contundent­e con la “dictadura venezolana”. Esto fue lo que nos contó.
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FOTO ESTEBAN VANEGAS El presidente Iván Duque afirma que su obsesión es cumplir su programa de Gobierno.
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FOTO ESTEBAN VANEGAS La lucha contra la corrupción es una agenda que respalda el presidente de la República.

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