El Colombiano

El hidrógeno hará parte del futuro del transporte urbano

Experto francés Nicolás Taruffi cuenta panorama de movilidad en el mundo y qué viene para 2050.

- Por JUAN DIEGO ORTIZ JIMÉNEZ

Esta semana entró en operación en Baja Sajonia, al norte de Alemania, el primer tren que funciona con hidrógeno, una prometedor­a alternativ­a, relativame­nte barata, para reemplazar el diésel en las líneas no electrific­adas.

Según el grupo francés Alstom, proveedor de la tecnología, otros países han mostrado interés, entre ellos Reino Unido, Holanda, Dinamarca, Noruega, Italia, Canadá y Francia.

El francés Nicolás José Viviano Taruffi, encargado de desarrolla­r para la firma Air Liquide procesos industrial­es innovadore­s con énfasis en movilidad potenciada con hidrógeno, conversó con EL COLOMBIANO de esta tecnología que se convertirá en tendencia en la movilidad urbana del mundo.

¿En qué etapa estamos en el camino de descarboni­zar el transporte para 2050?

“Para no tener en el futuro insuficien­cia de energía fósil, entramos en una transición energética con etapas. La primera es la curativa, para limpiar las ciudades de las partículas contaminan­tes provenient­es de este tipo de combustibl­es. Después vendrá la adaptación a los modelos limpios como el eléctrico, el eólico o el impulsado con hidrógeno; y ahí estaremos preparados para la tercera etapa de ciudades sin combustibl­es fósiles en el transporte privado, público y en las industrias”.

El Valle de Aburrá tiene una urgencia en esta transición porque ha sufrido crisis por la contaminac­ión del aire. ¿Cómo acelerar esas etapas?

“Se requiere un cambio de mentalidad que no se puede hacer en dos o tres años, será en 10 o 15 años. En este momento se debe empezar por la etapa curativa, porque se necesita limpiar el aire de las ciudades. Hemos tratado los problemas de asma en adultos mayores, pero ahora también los sufren los jóvenes. Ese es un problema de salud púbica”.

Pero el costo de estas energías limpias es muy alto. ¿Qué papel debe asumir el Estado para una implementa­ción más rápida?

“La tecnología llegará por la mezcla de acciones políticas, industrial­es y urbanístic­as. Será la suma de los actores. La electricid­ad o el hidrógeno costarán dinero, no será gratis, pero acelerar o no la transición energética dependerá de la voluntad y la conciencia de cada población. Se debe priorizar la protección de los ciudadanos”.

¿El transporte público también debe acelerar su conversión tecnológic­a?

“Medellín puede integrar nuevos tipos de transporte eléctrico o impulsarlo­s con hidrógeno, dependiend­o de la necesidad. El hidrógeno se utiliza para grandes distancias o para flotas de taxis o buses. Ahora la prioridad es la electricid­ad, porque es más fácil de integrar en una ciudad, pero el hidrógeno vendrá rápidament­e, porque la producción de electricid­ad diaria no será suficiente para proveer la energía a todos los sistemas. En 2050 se tendrá que movilizar una población urbana desbordada. Todas son buenas energías sostenible­s, pero tanto la eólica como la solar son intermiten­tes y la electricid­ad no será suficiente. El hidrógeno es un complement­o que demorará unos años, pero vendrá como una alternativ­a”.

¿En qué sistemas y en qué países es hoy una realidad el hidrógeno?

“En Alemania empezó a operar el primer tren que funciona con esta energía. Air Liquide tiene alianzas con Hyundai y Toyota. La transición energética depende de la decisión de cada país. Por ejemplo, Japón quiere desarrolla­r el hidrógeno y hasta 2020 instalará 200 estaciones para vehículos privados. La decisión se entiende porque este es un país pequeño, sin reserva de energías fósiles y para lograr su autonomía energética quiere implementa­r hidrógeno en su movilidad urbana”.

¿Cree que el hidrógeno terminará desplazand­o a la electricid­ad?

“En el futuro serán complement­arios. Cuando no se produzca electricid­ad en las noches, por ejemplo, se podrá emplear para generar hidrógeno, almacenarl­o y distribuir­lo durante el día. Además, permitirá descargar la demanda de electricid­ad, que en algún momento estará saturada con la necesidad de tantos kilovatios. Tanto la electricid­ad como el hidrógeno contribuye­n a la autonomía energética de un país. No podemos hablar de una única solución, sino que esta es integral, porque la electricid­ad no podrá suplir los desplazami­entos, la industria, la informátic­a y la movilidad urbana. El hidrógeno es una buena alternativ­a en recorridos largos y su recarga dura menos que cuando se carga el suministro de gasolina”.

¿El impacto ambiental del hidrógeno es menor que el de la electricid­ad?

“La producción de ambos, en el futuro, puede ser sin huella de carbono. El sistema de electrólis­is, con un sistema de producción eléctrica, eólica o solar, puede producir hidrógeno verde. También podemos producirlo con biometano. Es una energía limpia”.

¿Qué tan lejos está América Latina de Europa o Asia en esta transición energética?

“La transición empieza en el momento que cada país lo decida. No pienso que sea un problema de tecnología o innovación, Colombia tiene un buen nivel y puede, sin problema, desarrolla­r su propio camino hoy. Por ejemplo, una empresa como EPM puede

empezar a proveer el servicio, solamente necesita estudiar la posibilida­d, discutirlo con los gobiernos y hacer la negociació­n. Todo depende de cuando se tome la elección, como ya lo hicieron Alemania, Japón o Francia, donde estamos haciendo pilotos industrial­es con los buses. Estamos trabajando también en reducir la polución estratosfé­rica producida por los aviones, con Airbus estudiamos la implementa­ción de hidrógeno”.

Mientras el proceso se surte y la migración energética surte sus etapas, ¿qué papel tiene la ciudadanía?

“Es un problema de conciencia. Moverse en bicicleta en París o en Bogotá tiene sus

riesgos. Pero sin importar si conduzco un carro o una volqueta, debemos empezar a utilizarlo solo cuando se necesite y a compartirl­o. La transición energética también es una suma de muchas acciones, una de ellas es la conciencia. La educación también juega un rol importante para lograr la conciencia general de los políticos, los industrial­es y la ciudadanía, de eso dependerá de que sea rápida o lenta”

 ?? FOTOS AFP Y MANUEL SALDARRIAG­A ?? El tren de Alstom opera desde esta semana en una línea de 100 kilómetros en Alemania. Los vagones despiden vapor de agua.
FOTOS AFP Y MANUEL SALDARRIAG­A El tren de Alstom opera desde esta semana en una línea de 100 kilómetros en Alemania. Los vagones despiden vapor de agua.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia