Un año después, huelga de pilotos aún no toca tierra
La empresa asegura que el paro demostró que puede operar con más eficiencia.
Avianca lamenta los graves efectos que las medidas de presión de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (Acdac) tendrán sobre la conectividad, los viajeros y la actividad industrial y económica”.
Con ese mensaje, el 20 de septiembre del año pasado, la aerolínea daba cuenta del inicio de lo que, a la postre, se convertiría en el paro de aviadores comerciales más largo de esa industria: 51 días.
El jueves, al completarse el primer año de lo que fue esa protesta, mediante una carta firmada por la junta directiva de Acdac y difundida por las redes sociales, el sindicato aseveró: “¡Con toda certeza, hicimos lo correcto!”.
EL COLOMBIANO intentó contactar sin éxito al presidente de Acdac, capitán Jaime Hernández Sierra, para que detallara aspectos del texto que, entre sus apartes, insiste en que “enfrentamos con dignidad y honor aeronáutico las políticas lesivas que ponen en riesgo la seguridad de nuestros pasajeros y tripulaciones”.
Desde la empresa
Dando respuesta a un cuestionario escrito formulado por EL COLOMBIANO, la compañía expresó que el cese ilegal le demostró a la aerolínea su capacidad de operar de una forma más eficiente.
“Operamos menos vuelos, trasladando a la misma cantidad de pasajeros gracias a la utilización de los aviones más grandes de la flota en destinos de alta demanda”, se indicó.
Pero los usuarios sintieron el peso que desde entonces ha dejado la pelea con los pilotos.
Aún no hay una normalización total de las operaciones, se disminuyeron frecuencias, aunque no el número de sillas; este momento se unió con los retrasos por la capacitación de pilotos para volar las aeronaves, así como los que se dieron en este año por la transición en el software de programación de vuelos que le ha impidió realizar la operación, con la eficiencia requerida a la aerolínea que concentra algo más de la mitad de la operación aérea del país.
Este año, dijo Avianca en la comunicación, la aerolínea se ha enfocado en encontrar nuevos caminos que permitan hacer más eficiente las actividades: “recientemente rediseñamos nuestro plan operativo, con especial énfasis en el mercado doméstico”.
Pese a que durante el paro de 51 días por lo menos 700 pilotos afiliados a Acdac se vincu- laron, la empresa enfatizó que se demostró que los empleados están alineados hacia un mismo objetivo: conectar al mundo con Latinoamérica. “Durante el cese ilegal, solo una mínima parte de los empleados cesó actividades, más de 19.000 siguieron adelante con sus labores”, dice la aerolínea.
¿ Qué estrategias se implementaron para evitar futuras huelgas? “Avianca Holdings tiene doce sindicatos activos distintos a Acdac, establecidos. Con todos estos, la compañía lleva relaciones laborales armónicas, pues comprende la importancia de mantener el crecimiento acompañado de adecuadas relaciones con sus empleados y promover las mejores garantías laborales”, se lee en el documento.
Sobre las demandas instauradas contra el capitán Hernández y otros aviadores o sobre los avances del proceso de arbitraje que intenta que los pilotos paguen las pérdidas derivadas de la huelga (200 millones de dólares), la aerolínea no respondió.
Las huelgas vuelan
Los ceses de actividades de aviadores han estado a la orden en distintos países con compañías como Ryanair, Vueling, Iberia o Air France, lo que evidencia que el malestar de no es exclusivo de Avianca (ver Dicen de...).
El expresidente de la Asociación del Transporte Aéreo en Colombia (Atac), Gilberto Salcedo, sostiene que en Colombia, el paro puso sobre la mesa varios problemas de la
industria: “la escasez de pilotos, la dificultad para formarlos, la dependencia de las compañías de sus tripulaciones y la necesidad que tienen estas de aproximarse a los temas sindicales, para que esos asuntos no trasciendan en afectaciones tan complejas”.
A juicio del experto, el problema es que Avianca quedó vulnerable y ha tratado de manejar la situación operacional de la mejor manera con los recursos disponibles. “Tras la salida de parte de los pilotos la empresa quedó expuesta y el gran reto es, un año des-
pués, seguir cerrando la brecha y volver a la senda del buen servicio”.
En ese sentido, el presidente de Avianca, Hernán Rincón, en entrevista con EL COLOMBIANO, reconoció el mes pasado que tras la huelga la plantilla de pilotos y copilotos quedó corta por la salida de cerca de 200 personas, entre las que se retiraron voluntariamente, las que se jubilaron y las que fueron despedidas luego de que la Corte Suprema de Justicia declarara ilegal el paro.
Salcedo hace notar que la escasez de pilotos y copilotos es un aspecto complejo, dado que la industria aérea observa unos crecimientos extraordinarios desde hace 10 años, lo que ha implicado una mayor demanda de recurso humano. En Colombia, se pasó de transportar a 8,7 millones de personas en 2007 a 35,6 millones en 2017; es decir, el flujo de viajeros se multiplicó cuatro veces.
También comentó que “hay regiones como el Oriente Medio donde hay un auge, lo que genera todo un reto para las aerolíneas el hecho de mantener una planta de tripulaciones estable”.
Sobre el “éxodo” de pilotos colombianos hacia otros mercados, expertos del sector aé-
reo que pidieron reserva de sus nombres, aseguraron que muchos de los que salieron de Avianca han conseguido emplearse, con mejor remuneración, en otros países.
“Eso le ha hecho daño a la empresa, pues donde hay un amigo aparece otro, y están jalando gente para el Medio Oriente. Además, hubo una canibalización entre las aerolíneas locales. Avianca contrató pilotos de Viva Air, esta le quitó los copilotos a Avianca para ascenderlos a capitanes y así está la industria”, señalaron.
Desde la presidencia de la Asociación Sindical de Trabajadores de Operaciones Terrestres del Sector Aéreo Colombiano (Astoptsac), Estiven Gar
cía, aseguró que a un año de la huelga, Avianca no ha logrado normalizar sus actividades y advirtió que la llegada de personal nuevo está aumentando las demoras y, en cierta medida, hasta poniendo en riesgo la seguridad de los vuelos