100 EPISODIOS
El reconocido economista Ro
berto Junguito Bonnet acaba de publicar un libro entrañable (100 episodios de la histo- ria económica de Colombia). En el libro, Junguito cuenta historias breves bien documentadas, sobre hitos importantes de la historia económica del país. En algunos casos recurre a su propia y vasta experiencia como ministro de Estado y codirector de la Junta Directiva del Banco de la República. No hay una narrativa, en el sentido de tener un hilo conductor con alguna teoría detrás y algunas hipótesis de trabajo, tampoco hay datos. Pero, sin duda, el libro es de gran utilidad porque documenta y da contexto a muchos eventos del quehacer económico y permite entender lo que el autor llama la economía política que se daba en un determinado momento de la vida de Colombia.
El libro se lee fácilmente y se puede saltar de historia en historia según el interés del lector. Para aquel interesado en las ideas económicas en Co-
lombia pueden ser útiles los recuentos sobre los primeros economistas, las discusiones sobre esos temas en el siglo XIX a partir del pensamiento de Florentino González o de Ra
fael Núñez. E incluso también es posible conocer las posturas al respecto de personajes del siglo XX como Carlos Lleras Restrepo y Álvaro Gómez.
A Junguito se le nota una gran admiración por Lleras Restrepo, lo presenta como ministro de Hacienda de la presidencia de Santos (19381942) y le sigue la pista ya como presidente cuando debe enfrentarse al FMI y finalmente promulga el importante decreto 444 de 1967, el estatuto cambiario, que perduraría por más de veinte años hasta las reformas del gobierno Gaviria. Es divertido, en uno de los episodios, imaginarse a Junguito muy joven leyendo los documentos en el Conpes, con los ministros y el presidente Lle- ras concentrados en esa lectura, y con este último recorriendo la sala de ministros para despabilarse un poco.
Junguito hace un homenaje a Álvaro López Toro, un economista y demógrafo antioqueño muy destacado que murió en 1972, a la edad de 45 años. La muy sentida semblanza que hace Junguito muestra a López Toro como su maestro, amigo y mentor, pero también como el princi- pal científico social del siglo XX en Colombia. López Toro estudió en la Escuela de Minas y de allí pasó a hacer demografía en París y pronto destacó hasta llegar a la universidad de Princeton a terminar su doctorado, y en donde fue profesor muchos años después. Sus trabajos sobre demografía son clásicos y es reconocido como uno de los grandes demógrafos de América Latina.
En Colombia, López Toro estaba comenzando a tener una trayectoria importante. Fue profesor de los Andes, donde creó la escuela de demografía y, como economista, ocupó el cargo de asesor de la Junta Monetaria. Es triste constatar que la demografía no es hoy un campo de estudio popular en Colombia y hay pocos demógrafos, a pesar del impulso inicial que le dio López Toro a esa importante área del conocimiento, sostiene Junguito
El libro se lee fácil. Para aquel interesado en las ideas económicas en Colombia, pueden ser útiles los recuentos sobre los primeros economistas.