3 males agravan el cambio pensional
Presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, dice que subir edad de jubilación no es todavía lo prioritario.
La alta informalidad laboral, el envejecimiento poblacional con su mayor expectativa de vida y la digitalización de la economía constituyen la tríada de defectos que deben combatir las propuestas para ejecutar una reforma pensional estructural en Colombia.
Así lo consideró Santiago Montenegro Trujillo, presidente de Asofondos, gremio que aglutina a las cuatro Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) privadas (Porvenir, Protección, Colfondos y Old Mutual), entidades que a julio de este año contabilizaban 15,2 millones de afiliados y manejaban ahorros por 234 billones de pesos.
En conversación con EL COLOMBIANO, el dirigente explicó detalles de la propuesta planteada por la agremiación, que apuesta por mejorar o perfeccionar el sistema de seguridad social para incorporar a la población informal o cuasiformal, es decir aquellos que han cotizado a pensión y no alcanzan a obtener este beneficio al llegar a la vejez.
Montenegro destacó que el gobierno haya dejado para 2019 la presentación del proyecto de reforma ante el Congreso, insistió en que en el país falta cultura de ahorro y alertó de las graves consecuencias sociales que se enfrentarían de no ejecutar las modificaciones.
Los diagnósticos coinciden en que son necesarios cambios pensionales y se oyen propuestas de todos lados, ¿será posible un consenso?
“Hemos tenido discusiones y hemos analizado mucho, pero aún nos falta. Creo que lo que dijo el gobierno de no precipitarse para presentar una reforma pensional y dejarla para el próximo año, me parece bien. Eso no quiere decir que no sigamos reuniéndonos, intercambiando ideas, discutiendo, criticando nuestras propuestas para llegar a unos acuerdos mínimos” (ver Paréntesis). para que eso sea viable, o para que al menos haya un pilar puro de prima media, se debe tener una relación entre trabajadores cotizando y adultos mayores de siete a uno. Hoy esa relación es de uno a dos, porque la población se ha envejecido y por la informalidad, y ese no es un problema futuro, eso es algo que está ocurriendo ya, y por eso ese esquema es inviable”.
Así las cosas, ¿cuál opción plantea Asofondos?
“Lo que hay que hacer es ahorrar, los que tienen capacidad deben ahorrar para la vejez. Ahora, ¿esto quiere decir que solo lo puede hacer el sector privado? Por supuesto que no. El sistema de capitalización lo puede manejar el estado. Aquí hay bancos públicos y privados, igual ocurre con las aseguradoras, lo propio con las fiduciarias, así que puede haber Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) públicas y privadas operando con las mismas reglas de juego. La discusión no es entre lo público y lo privado, sino entre un régimen viable y otro que no”.
Dice que la informalidad y el envejecimiento hacen insostenible el régimen pensional, ¿qué más pesa en el deterioro del modelo?
“Hay algo que ya se nos viene encima y en otros países está muy avanzado: la digitalización de la sociedad, es decir el trabajo formal está siendo reemplazado por robots, algoritmos e internet de las cosas y, obviamente, esto no va a cotizar a la seguridad social y por eso los que tengan capacidad de ahorrar deben hacerlo. Además, será necesario eliminar los subsidios y con buena parte de esa eliminación ampliar los programas Colombia Mayor y los Beneficios Económicos Periódicos (Beps)”.
Pero, ampliar ese tipo de programas, que en esencia son subsidios, va a acrecentar el déficit...
“Ese tema es importante, ¿cómo financiar una amplia- ción masiva de Colombia Mayor. Eso es lo que estamos proponiendo en Asofondos, no solo aumentar la cobertura, sino también el monto de recursos que se dan mensualmente y que es de unos 75 mil pesos. La apuesta es llevarlo a 250 mil pesos, para que cubra la línea de pobreza, y como eso cuesta mucha plata, la idea es eliminar los