Cerca de los cien días y sin reforma pensional
Mejor focalización de los subsidios del Estado, hacer más equitativo el sistema y mayor cobertura, las claves para el proyecto del Gobierno.
Las cartas están echadas, ad portas de que el presidente Iván Duque cumpla 100 días en su gobierno, el 15 de noviembre, aún no hay una propuesta en el Congreso de la República que solvente la situación del adulto mayor en Colombia.
Un poco más de la mitad de las personas mayores de 60 años no tienen pensión, ni cuentan con un subsidio (51,67 %); 25 % es beneficiario de Colombia Mayor, es decir, recibe una ayuda directa de 75 mil pesos al mes, y 23,3 %, están pensionados: 1,4 millones de ancianos, de un universo de 6 millones de adultos mayores.
Pese a que la legislación nacional otorga dos maneras de acceder a pensión, por el sistema privado y el público, y con Colpensiones (público) se concentra la mayoría de jubilados y sigue recibiendo más personas, un panorama que no resulta sostenible.
Hoy el Gobierno debe destinar 40 billones para financiar la jubilación, y los más ricos son los beneficiados, “en valor presente pueden llegar a ser más de 1.000 millones de pesos por persona”, aseguró el viceministro de Hacienda, Luis Alberto Rodríguez Ospino.
Al mes, Colpensiones recibe al menos 11 mil traslados y, según un estudio del Ministerio de Hacienda, al menos ocho de cada diez ciudadanos que cambian de régimen se equivocan.
A este ritmo, no va a haber cartera para financiar el cambio demográfico del país en el que cada vez menos personas financian las pensiones lideradas por el sector público: se estima que en 2015, al menos, seis trabajadores sostenían a los jubilados y a 2050 se reducirá a dos explicó Santiago Montenegro, presidente de la Asociación Colombiana de Administradoras de Pensiones y Cesantías (Asofondos) en el seminario Faltantes fiscales y reforma a la seguridad social, en Medellín (ver Gráfico).
Ante este panorama Sergio Clavijo, presidente de la Asociación de Instituciones Financieras (Anif) hizo un llamado para que el gobierno de Iván Duque le dé prioridad a esta reforma que es impopular, pero necesaria, pues las pensiones representan un alto costo para el país, que no es sostenible, pues además del cambio demográfico hay una informalidad rampante que hace que el sistema no sea viable en el largo plazo (ver Radiografía).
“Hay una ventana de oportunidad fresca. Está de por medio una economía política delicada. Esto se va a empeorar y en 2022 el riesgo de una insostenibilidad fiscal, podría tener un caldo de cultivo muy peligroso en la política. Tiene que aprovechar los 100 primeros días”, dijo Clavijo.
Algunas ideas
Desde Anif, el Gobierno debe marchitar Colpensiones, aumentar la edad entre 65 y 67 años, bajar los beneficios en 20 puntos, para las pensiones de sobrevivencia “y preparémonos todos para ahorrar más platica para financiar salud”, aseguró.
La idea de Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), pasa por un modelo mixto que incluya una cotización de todos los trabajadores en el sistema público por un salario mínimo y un ahorro en el sistema privado por el excedente, y una renta adicional “subsidiada por el sector público equivalente al faltante para com- pletar un salario mínimo, deducido de este valor el 25% de la renta vitalicia correspondiente al valor acumulado en los fondos de capitalización privados”, explicó Leonardo Villar, su director.
Montenegro destacó que desde la perspectiva de los fondos privados el tema está en nivelar el terreno para los
administradores de las pensiones en las que pierde relevancia el “quién”, si es público o privado, en cambio es fundamental que prevalezca el ahorro individual, con un Fondo de Reserva de Pensión Mínima y una propuesta en la que prevalecen los programas de Beneficios Económicos Periódicos (Beps) y Colombia Mayor, mejorados.
Rodríguez Ospino, aseguró en este escenario que gracias a los insumos de Anif, Fedesarrollo y Asofondos se podrá estructurar una propuesta más robusta para enfrentar este reto, con la refocalización de los subsidios y en hacer más equitativo el sistema.
“La discusión fiscal de pensiones se centra en la mejor redistribución y eficiencia del gasto mientras que se mantiene o mejora el equilibrio fiscal, se debe plantear una mejor focalización de los subsidios y hacer equitativo el actual sistema”, resaltó