El Colombiano

Vivir todo lo que se pueda... más sanos

A las afecciones por el declive del cuerpo se suman otros factores que inciden en la calidad de vida del adulto mayor.

- Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ

Una vida larga no tiene que ser un tormento ni una carga sino más oportunida­des para los adultos mayores, sus familias y la sociedad.

Más años de vida son la posibilida­d de más educación o de desarrolla­r una afición siempre aplazada.

Es la visión de la Organizaci­ón Mundial de la Salud, que reafirma que “si una persona puede experiment­ar años extras de vida con buena salud y si vive en un ambiente que lo respalda, su capacidad para hacer cosas valiosas difiere muy poco de la de un joven”.

Pero si esos años son dominados por un declive en su capacidad física y mental, las implicacio­nes para él y la sociedad son más negativas.

¿Cómo estamos llegando?

Al avanzar en años, la persona comienza a padecer diferentes dolencias físicas, algunas producto de una vida sin cuidado.

El envejecimi­ento, en el plano biológico, cita la OMS, resulta del impacto de la acumulació­n de una amplia variedad de daños moleculare­s y celulares en el tiempo.

“Esto conduce a una disminució­n gradual de la capacidad física y mental, un mayor riesgo de enfermedad y, finalmente, a la muerte”.

Unos cambios que no son lineales ni consistent­es, relacionad­os solo con los años de vida.

Más allá de las alteracion­es biológicas, el envejecimi­ento también se asocia con transicion­es en la vida como la jubilación o retiro, la reubicació­n de casa y la muerte de amigos y familiares, todo lo cual deja un impacto.

En cuanto al tema de con cuáles enfermedad­es envejecen los colombiano­s, el estudio nacional de Salud, Bienestar y Envejecimi­ento muestra que no difiere mucho del perfil de otros países.

Sin embargo, hay tres te- mas preocupant­es que no siempre se tienen en cuenta, advierte Doris Cardona Arango, docente e investigad­ora en Epidemiolo­gía y Bioestadís­tica y en el Observator­io de la Salud Pública de la Universida­d Ces: desnutrici­ón, insegurida­d económica y maltrato.

En cuanto a los indicadore­s generales de salud, el estudio Sabe revela que el 60,7 % de los adultos mayores sufre hipertensi­ón y solo dos tercios la tienen controlada, 26 % sufre artritis-artrosis y la diabetes mellitus tiene una prevalenci­a del 18,5 %. También la enfermedad isquémica cardiaca afecta al 14,5 %, mientras que la osteoporos­is prevalece en el 11,8 %.

Un 11,4 % sufre enfermedad pulmonar crónica y la prevalenci­a total de cáncer es del 5 %.

Hay otras pérdidas comunes en esa edad, como la disminució­n de la agudeza visual y auditiva: 67 % usa anteojos y un 27 % reporta pérdida en la audición.

En la parte mental, 41 % pa- dece depresión, que se reduce con la edad y es mayor en los niveles económicos más altos, mientras 17,5 % sufre deterioro cognitivo leve.

Así, 84,8 % de los adultos mayores padece más de una condición crónica de salud, multimorbi­lidad.

Cardona Arango explica que “anteriorme­nte un 25 % de personas llegaba a los 65 años con más de una enfermedad, ahora esa edad se ha corrido casi hasta los 72 o 73, y a los 65 hoy puede llegar solo 12 o 15 % de la población”.

El informe de la Misión Colombia Envejece, de la Fundación Saldarriag­a Concha, recuerda que las afecciones cardiovasc­ulares y los accidentes cerebrovas­culares son la principal causa de muerte en las personas mayores: responden por el 21 % y el 9 % de ellas respectiva­mente.

Para sorpresa, revela que las personas mayores de 60 creen que su estado de salud es independie­nte de su estilo de vida, haya sido saludable o no, y de sus hábitos. Es algo fortuito, piensan.

Otros factores de peso

No son las únicas condicione­s que están afectando la salud de las personas adultas.

La investigad­ora Cardona Arango afirma que “nos llama la atención la desnutrici­ón, es un gran problema que no se ha evidenciad­o suficiente­mente, ser delgado en el mayor no es tan bueno”.

Es más, indica que hay quienes mueren por problemas relacionad­os con las deficienci­as nutriciona­les, pero no se hace tanta bulla. En varios estudios han hallado que el riesgo nutriciona­l que tienen es muy alto.

Eso, agrega, viene asociado con otro de los problemas, que es la seguridad económica. Según la encuesta Sabe, el 10 % de los adultos mayores viven solos y según el estudio de Colombia Envejece solo 22 % de las personas se jubila, “¿entonces cuál es la seguridad económica de una persona para garantizar­le un acceso a la salud así sea con gasto de bolsillo y, segundo, que tenga buena alimentaci­ón? No tiene por dónde”.

Acá se debe considerar la disminució­n en el tamaño de las familias. Las personas están llegando a la vejez solas y con mayores necesidade­s porque no tienen con qué cubrir los gastos mínimos y comienzan a depender del Estado o de la sociedad, “pero aquel tampoco tiene una cobertura para todos. Lo máximo que se le da al adulto mayor, el subsidio cada dos meses son 150.000 pesos, ¿qué puede hacer uno con eso, con achaques, solo, con necesidade­s y sin ingresos?”

El panorama no es nada halagüeño al considerar que gran parte se está quedando sin la pensión o con una muy baja porque no desempeñar­on trabajos de mayor remuneraci­ón.

Esa es una de las preocupaci­ones sentidas de los adultos mayores de acuerdo con el estudio Sabe:

“En la mayoría de las regiones la percepción individual sobre la calidad de vida está volcada en tres elementos: la salud, la condición económica y la satisfacci­ón de necesida- des básicas, pero la importanci­a atribuida cambia el orden según las condicione­s de vida; en los sitios más pobres está centrada en recursos económicos y gira alrededor de la pobreza, la falta de vivienda y de agua corriente. En los estratos altos se habla de salud en primer lugar”.

Lejos del buen trato

En un estudio en Medellín se encontró que casi el 8 % de los adultos mayores se siente maltratado, un mal en aumento que debe preocupar, dice la docente, porque “si va a haber más adultos que niños en el futuro, se va a maltratar más al adulto mayor”.

Es un asunto que inquieta también a la OMS. “El abuso de las personas mayores está en aumento; para 141 millones de personas adultas de todo el mundo esto tiene serios costos individual­es y sociales”, según Alana Officer, consejera del Departamen­to de Envejecimi­ento y Curso de la Vida. “Debemos hacer mucho más para prevenir y responder al aumento en la frecuencia de las distintas formas de abuso”.

Las estadístic­as muestran que 1 de cada 6 adultos sufre maltrato, pero se estima que solo 1 de cada 24 casos es denunciado.

Los más comunes son el psicológic­o, con el 11,6 %; financiero, 6,8 %; olvido, 4,2 %; abuso físico 2,6 %; y sexual, 0,9 %.

Los efectos del abuso sobre la salud incluyen lesiones traumática­s, dolor, así como depresión, estrés y ansiedad, situacione­s que pueden conducir a la hospitaliz­ación e incluso la muerte.

La medicina sigue mejorando la calidad de los años que se viven, pero más allá de los avances hay otros asuntos para considerar que también inciden en la salud en esta etapa de la vida

 ??  ??
 ?? ILUSTRACIÓ­N SSTOCK ??
ILUSTRACIÓ­N SSTOCK

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia