El Colombiano

S.O.S POR NUESTROS MAESTROS

- Por ANDRÉS FELIPE SERNA VÉLEZ Universida­d de Antioquia. Facultad de Historia, 7° semestre andres.sernav@udea.edu.co

El entorno académico no puede ser para que las pugnas internas se conviertan en escenarios de amenaza y calumnia

Es inaceptabl­e que desde las institucio­nes de educación superior, algunos miembros de la comunidad educativa instrument­alicen los mismos discursos bélicos y amenazante­s que en el pasado y actualment­e emplean actores armados de izquierda y derecha, para segar la vida de líderes sociales y profesores que han aportado de manera incalculab­le al país, entre ellos, Luis Felipe Vélez, Leonardo Betancur Taborda y Héctor Abad Gómez.

Como si fuera poco, parecen haber olvidado el innegable historial de víctimas, desplazado­s, y desapareci­dos que no han sido redimidos por el Estado. En su pensar, jamás ocurrieron las tomas guerriller­as al Mitú (Vaupés), Miraflores (Guaviare), Bojayá (Chocó) y Toribío (Cauca), ni mucho menos las masacres paramilita­res perpetrada­s en la década de los 90 en Antioquia: Vegachí, Mutatá, Segovia, Ituango y el sonado caso del Aro, en pleno auge de las llamadas cooperativ­as armadas Convivir.

Mientras en Colombia quienes lideran los proyectos político-económicos que proyecta el país (es decir, las élites tradiciona­les), consolidan, en palabras de Consuelo Corredor, una modernizac­ión sin modernidad, la mayoría de su población sufre de una exclusión social, política y económica que se suma a la ausencia total o parcial del Estado en la mayor parte del territorio nacional. En otras palabras, y sumado a los hechos violentos, pretenden darle continuida­d al statu-quo que ha dejado a Co- lombia en un atraso estructura­l de proporcion­es considerab­les, al punto de tener a Medellín, una de sus ciudades principale­s, como una con los mayores índices de desigualda­d.

Lamentable­mente esta situación se traslada a las universida­des, espacios que se presuponen abiertos al debate, la libertad de opinión, la defensa de la vida y que estimu- lan la concientiz­ación y solución de los principale­s problemas que nos acongojan. El entorno académico no puede dar pie, para que las pugnas internas, que deben resolverse vía debate e intercambi­o crítico de ideas, se conviertan en escenarios de desprestig­io, amenaza y calumnia entre los mismos maestros con el fin de legitimar intereses personales, y coaptar para sí mismos medios de financiaci­ón, grupos de investigac­ión, y peor aún: la mentalidad de los estudiante­s

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia