ELECCIONES EN BRASIL: ENTRE LA MODERACIÓN Y EL EXTREMO
Latinoamérica aguarda con incertidumbre el resultado de las elecciones en Brasil. El gigante suramericano lleva un período anormalmente largo de inestabilidad política y de recesión económica que ha paralizado el formidable impulso de la primera década de este siglo. El arranque fue bajo el doble mandato de Fernando Henrique Cardoso, el reconocido intelectual y sociólogo que alguna vez reconoció que su gobierno fue exitoso porque como presidente no aplicó de las fórmulas que recomendó cuando era profesor universitario.Luego vino Lula da Silva, carismático y popular, bajo cuyo mandato se avanzó en múltiples frentes pero en el que también se incubaron varios de los virus que años después darían al traste con el mandato de su sucesora, Dilma Rousseff: la corrupción desatada, el encarcelamiento de líderes políticos, las alianzas con el chavismo, la atomización de las fuerzas partidistas en el Congreso.
Los dos candidatos más opcionados son Jair Bolsonaro y Fernando Haddad. Exmilitar y exdiputado el primero, exministro y exalcalde de Sao Paulo el segundo. Bolsonaro, con unos antecedentes de posturas extremistas y ataques verbales contra las mujeres, y el que más imagen negativa carga. Haddad, de cen- tro izquierda, escogido por el encarcelado Lula, desconocido todavía por grandes núcleos de votantes. Es previsible que haya segunda vuelta. De la escogencia de los brasileños dependerán muchas más cosas que la propia situación interna de su país, pues la política de la región se verá también afectada