CÓMO HACER QUE LA RIQUEZA ESTILO TRUMP PAGUE SU PARTE JUSTA
Siempre supimos que el presidente Donald Trump estaba siendo engañoso cuando se presentó a sí mismo como un hombre hecho por sí mismo. Pero hasta que fue publicada la noticia del New York Times del 2 de octubre, no conocíamos la impresionante escala del engaño ni la medida en que su riqueza está basada en la evasión fiscal.
Esto plantea dos preguntas. Primero, ¿qué pueden y deben hacer las autoridades con respecto a las denuncias específicas de evasión fiscal y fraude de la familia Trump detalladas en el artículo? Segundo, ¿qué pueden hacer los legisladores para garantizar que aquellos que heredan sumas extraordinarias paguen su parte justa?
Si bien el estatuto de limitaciones ya se ha vencido para muchas de las supuestas violaciones, la familia Trump aún puede ser perseguida por fraude fiscal civil. Esto podría resultar en que los miembros deban impuestos, intereses y multas. El estado de Nueva York y la ciudad de Nueva York ya han anunciado que investigarán. El Servicio de Impuestos Internos y el Departamento de Justicia también deberían, potencialmente, nombrar un asesor especial.
Estas agencias no sólo deberían mirar el impuesto al patrimonio, sino también si la familia Trump cometió fraude de impuestos. Por ejemplo, ¿el presidente y sus hermanos afirmaron que las propiedades que heredaron tenían un valor diferente, y mucho más alto, para el impuesto a la renta de lo que las valoraciones bajas reclamadas para el impuesto a la herencia?
Pero incluso si las autoridades tributarias no pueden obligar a los Trump a pagar los impuestos que evadieron debido al tiempo que ha pasado, el artículo presenta un asunto mucho más amplio: las personas que viven de las herencias pagan impuestos en tasas mucho más bajas que las personas que ganan la vida por medio del trabajo tradicional. En el 2009, por ejemplo, la tasa impositiva federal promedio sobre los ingresos del trabajo y los ahorros fue de alrededor del 18 %, comparada con el 4 % de los ingresos heredados. Los Trump son un ejemplo extremo de un problema más general.
Las ventajas fiscales para herederos se deben en parte a problemas fundamentales en la ley. Ingresos provenientes de la riqueza se gravan muy ligeramente y, en ocasiones, no se aplican en absoluto. Además, nuestros impuestos sobre la renta y la nómina permiten que los herederos excluyan todo lo que heredan de sus declaraciones de impuestos, sin importar cuán amplio sea. Los impuestos sobre el patrimonio y las donaciones estaban destinados a abordar en parte esta omisión, pero se han recortado implacablemente a lo largo del tiempo, cayendo del 2.6 % de los ingresos federales en 1972 a menos del 1 % en la actualidad, incluso mientras la proporción de riqueza e ingresos mantenida por aquellos en la parte superior se elevó.
En diciembre pasado, el presidente y los republicanos en el Congreso duplicaron la exención al impuesto sobre el patrimonio de $11.2 millones a $22.4 millones por pareja. Ahora afecta a menos de 1 de cada mil patrimonios.
El impuesto al patrimonio también está lleno de lagunas, que la ley de 2017 no hizo nada para resolver.
La única manera de atrapar la mayor parte de la evasión fiscal por parte de herederos ricos es mediante el metódico examen de sus planes. El artículo del Times demuestra que esto se puede hacer de manera efectiva con suficiente tiempo y recursos.
Trump heredó un imperio construido con base en la evasión de impuestos. Tal vez no podamos recuperar todos los impuestos que deben él y su familia. Pero podemos usar su ejemplo para hacer un llamado a la reestructuración de nuestro sistema de impuestos para que las personas que trabajan para ganar su dinero sean gravados con menos peso - no más - que aquellos que nacieron con cuchara de plata en la boca