Campus U. de A. y sus tesoros por descubrir
La ciudadela universitaria cumple 50 años. Aquí, una selección de sus tesoros históricos
La Universidad de Antioquia hoy está de fiesta: conmemora 215 años de su fundación y medio siglo de la Ciudadela Universitaria. Hicimos un recorrido por sus joyas científicas y antropológicas.
Durante cincuenta años, el campus de la Universidad de Antioquia ha sido el hogar de miles de jóvenes que se han convertido en profesionales. En sus pasillos han tenido lugar los encuentros de nuevos amigos, los relatos de amor y noches de trasnocho, los logros, anhelos y frustraciones de notables académicos, científicos o artistas que allí se formaron.
La historia de la ciudadela universitaria comienza en 1966, bajo la guía de los profesionales Juan José Posada, Raúl Fajardo, Ariel Escobar, Augusto González y Édgar Isaza.
En 1968 comenzó su ocupación y, ahora, sus 237.498 metros cuadrados de terreno y 147.982 de área construida constituyen un escenario de reivindicaciones sociales, gran valor histórico, patrimonial y cultural. No ha parado de sumar reconocimientos: En 2009 fue declarado Patrimonio Ecológico y Paisajístico de la ciudad y en 2013 fue nombrado Bien de Interés Cultural del ámbito nacional.
Tras cumplir medio siglo, el campus de la U. de. A ha crecido hasta consolidarse en una institución que busca acoger a todos los sectores de la población, tal como lo ideó, en los años setenta, el exrector Ignacio Vélez Escobar, uno sus principales gestores. En junio de 1970, Vélez dijo: “La nueva Universidad de Antioquia es una realidad abru- madora. No pertenece a nadie, es obra de Antioquia, de Colombia, y debe ser del universo como su nombre lo indica”.
O como dijo la profesora María Teresa Uribe, la U de A es un lugar “donde todos los sectores sociales pueden llegar y estar en condición de igualdad. Porque allí no importa usted de dónde venga, sino lo que usted sea capaz de hacer con el conocimiento”.
Hoy, en su día clásico y al conmemorarse 215 años de la Universidad, hacemos un recorrido por espacios y objetos que son riquezas del campus. Tesoros que muchos desconocen