OTRA MIRADA AL “DESCUBRIMIENTO”
Este viernes se recordarán 526 años del choque de dos mundos. Cuando España y su poderío llegaron a América comenzó uno de los períodos más desastrosos de la humanidad, narrado por los vencedores. Algunos agradecen porque llegó la cultura occidental y su civilización, pero olvidan que acabó con la cultura y civilización que ya existían en América, en los inmensos y desarrollados imperios inca (que llegaba hasta Antioquia) y azteca. Los ejércitos españoles no supieron entender lo que encontraron.
Que nos hicieron un favor porque los aborígenes eran caníbales y no habían desarrollado cultura, civilización ni escri- tura, dicen. Maticemos. Lo de caníbales fue heredado de los europeos que poblaron a América por el estrecho de Bering: estudios revelados en 2017 constatan el canibalismo en Granada (España) durante el Neolítico y “también son numerosos (los casos de canibalismo) en la fachada mediterránea del resto de España y en Europa”.
Que no habían desarrollado cultura ni civilización. Falso. La civilización prehispánica se prueba con las poderosas ciudades mayas, aztecas e incas; y la cultura existía, aunque no al modo europeo, por eso los “conquistadores” no la entendieron y arrasaron con arcabuces y espadas al diablo que vieron en to- das partes. Ahora, 500 años después, estamos entendiendo la cultura ancestral que nos lleva a respetar la naturaleza, los animales y a conectarnos con la Pachamama, como lo hacían nuestros ancestros aborígenes.
Que América no tenía escritura. Incorrecto. Sí tenía, no eran los caracteres que los españoles pudieran identificar. La cultura estaba consignada en sistemas de escritura llamados glifos, en códices (conocían una forma de papel), “libros de hojas en que los indios sabios tenían la distribución de sus tiempos, conocimientos de plantas y animales”, escribió
José de Acosta; pero, fueron destruidos por personajes como el obispo Diego de Landa (quien al menos guardó algunos). Dice la historiadora Libia J. Restrepo que Alexander Von
Humboldt, en el s. XIX, encontró por lo menos 174 documentos aztecas, de los que solo quedan 52. Además, acaban de confirmar la autenticidad del Códice Maya de México (antes Códice Grolier) que narra el movimiento de Venus y data de entre los años 1021 a 1154.
(Para qué decirlo, pero el mundo se hubiera enriquecido si, por lo menos, 300 años después, nos hubiera “descubierto” Napoleón, que tuvo la finura de llevar 160 científicos a su invasión y conquista a Egipto, y no lo destruyó)