Tres claves para entender la crisis
El problema está en las leyes que se han venido formulando en todos los gobiernos, desde 1992, pero ahora, con el proyecto de Ley del Presupuesto, no se priorizó la educación como se requiere. Es necesario que el gobierno, más allá de decir que la universidad pública es una prioridad, destine la plata que se necesita, pues son 32 universidades públicas las que soportan las necesidades académicas de las regiones del país. Hoy, según datos del Sistema Universitario Estatal, hay un déficit de $16 billones. Con esta introducción quiero hablar de tres puntos que son fundamentales para entender lo que está pasando. Lo primero, va en la dirección de como se fundamenta el presupuesto que, como ya se planteó, no crece como debería desde hace más de 20 años, pero también es un tema de voluntad política y de desarrollo. El segundo punto se enfoca en lo ideológico, es decir, nos hacen creer que perder 32 universidades no representará nada –pero perdemos todos–, porque los jóvenes saldrán, se meterán en un crédito y seguirán estudiando, pero aquí les quiero recordar a los lectores de EL COLOMBIANO que anteriormente una persona se endeudaba 10 o 15 años para conseguir su vivienda y eso era lo natural, pero ahora, y eso no está bien, los estudiantes acuden a un crédito para lograr formarse profesionalmente. Esa situación no se da en países desarrollados ni debería pasar en un estado social de derecho como el nuestro, porque este debería ser el que generara las garantías para que sus ciudadanos estudien. El último punto está relacionado con lo que se podría llamar “equilibrio de poderes”, y es netamente político. Con este, la oposición es la que debe hacer el gran trabajo de equiparar las fuerzas y poner de manifiesto la necesidad de los recursos para la educación superior, debe haber una vocería para estos reclamos.