Así viven los desplazados que llegan a Medellín
Más de 1.400 familias huyeron del conflicto en el Bajo Cauca. Autoridades brindan atención.
Un par de morrales con ropa, teléfonos celulares y algunos cuadernos fueron los únicos testigos de la travesía que Mariana* y su familia hicieron desde Tarazá a Medellín en julio de este año. Ella, de 12 años, dice que aún no se acostumbra al ruido de los carros, pero que eso la angustia menos que el sonido de los fusiles que durante varias semanas escuchó cerca de su casa.
Aunque ella no lo sabe, la Defensoría del Pueblo asegura que el Bajo Cauca —la región de Antioquia donde quedan Tarazá y otros cinco municipios— es el escenario de una disputa territorial entre “los Urabeños” y “los Caparrapos”, dos bandas criminales que buscan controlar el territorio, los cultivos ilícitos y las rutas por las que se mueve la droga.
Su familia no ha sido la única desplazada. Según la Secretaría de Inclusión de Medellín, en lo corrido del año han llegado, en promedio, cinco familias cada día. Eso quiere decir que hasta el pasado 23 de septiembre, habían sido recibidas y atendidas en la ciudad 1.436 familias conformadas por 4.339 personas.
Atención paso a paso
La mayoría de esas familias se quedan en la periferia de la ciudad, donde encontraron zonas de invasión o alternativas de vivienda mucho más económicas. Según cifras de la Alcaldía, el 58% de los desplazados que llegaron a la ciudad están repartidos entre las comunas 1 (Popular), 7 (Robledo), 2 (Santa Cruz), 13 (San Javier), 8 (Villa Hermosa) y 4 (Aranjuez).
Victoria Eugenia Ramírez, secretaria de Gobierno de Antioquia, aseguró que la mayoría de desplazados hacen parte del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos y por eso el Gobierno Nacional está buscando alternativas para apoyar su atención y asistencia.
Y Paulina Suárez Roldán, secretaria de Inclusión Social de Medellín, dijo que la Alcaldía les ha dado acompañamiento desde el momento en el que se registran como víctimas. “Nos acercamos a acompañarlos en esa declaración y a hacer el uso efectivo de sus derechos: arrendamiento temporal y albergue en caso de que lo necesiten”, explicó.
Suárez aclaró que en la mayoría de los casos se busca la opción de autoalbergue —que lleguen a casas de familiares o amigos— para que “no vivan un desarraigo”. En esos casos las ayudas se convierten en kits de aseo, kits de hogar, mercado y acompañamiento.
A la fecha, 72 familias se encuentran en albergues especiales de la Alcaldía que, por razones de seguridad, tienen acceso restringido. Y a 15 personas se les asistió en el restablecimiento de la identidad, tras perder sus documentos.
Juan Fernando Gómez, personero delegado para los Derechos Humanos de Medellín, dijo que hasta el momento la institucionalidad ha tenido capacidad de responder a las necesidades de los desplazados, pero aclaró que ya se lanzaron alertas, pues los recursos podrían resultar limitados
*Identidad en reserva por tratarse de una menor de edad