¿QUÉ ES COLOMBIA?
La globalización llegó a Colombia. Lo podemos evidenciar cuando salimos a la calle, pues las personas escuchan música de otros países, se visten diferente y tienen ideales políticos sumamente capitalistas. Todo esto ha causado grandes repercusiones en la cultura interna de nuestro país. El fenómeno de la globalización ya no se ve como algo utópico, es ahora cuando más fuerza está tomando.
Con respecto al tema musical, traigo a la discusión una problemática: en clase dejaron una tarea que consistía en seleccionar la canción con la que más nos sintiéramos identificados; sucesivamente, los compañeros salieron al frente y dieron a cono- cer su canción. Sin temor a equivocarme, de 20 compañeros solo 2 tenían melodías de géneros nacionales, el resto acudió a ritmos extranjeros (pop, rock, metal, electrónica y reguetón). Decepcionado por este acontecimiento, me hice varias preguntas: Si el vallenato fue proclamado por la Unesco como Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad en 2015, ¿por qué no sacamos pecho y nos sentimos orgullosos de eso?, si la cumbia es el ritmo musical que nos identifica a los colombianos por haber nacido de la combinación de las tres etnias: blanco, indio y negro, ¿por qué nos da pena bailarla? Si la trova es insigne de todo buen paisa, ¿por qué nos avergüenza portar som- brero y carriel?
Sin embargo, gran culpa de la pérdida de autonomía musical es ocasionada por la llegada de internet, así lo expone la española Núria Almirón, periodista especializada en nuevas tecnologías de la información, en su libro Los amos de la globalización. Almirón plantea que “los medios de comunicación de ma- sas inician también a principios del siglo XX un proceso de americanización de la cultura que se convierte en global, al final de la centuria, con internet. Internet es la herramienta globalizadora de la cultura por excelencia”.
En conclusión, no estoy en contra de que las personas sean libres de escuchar la música que quieran, sino que exijo un poco de respeto y valor por lo que tenemos. Porque el que se olvida de las raíces muy pronto se cae
* Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.
Exijo un poco de respeto y valor por lo que tenemos. Porque el que se olvida de las raíces muy pronto se cae.