El Colombiano

FELICITACI­ONES MIL

- Por ÓSCAR DOMÍNGUEZ oscardomin­guezg@outlook.com

Presidente Duque, salud.

Bien por devolverle la condición de pecado íntimo al consumo de maracachaf­a. Meterse un cacho tenía mucho de trasgresor, dicho en la jerga de los socialbaca­nos.

En esa prohibició­n estaba parte del glamur. Actualment­e, cualquier perico de los palotes es marihuaner­o público. Hay incontinen­cia cannábica.

Si Marañas le ordenó a la luna irse a alumbrar a los pueblos cuando llegó la luz, su decreto sobre decomiso de la dosis mínima obliga a meterse el pucho tejas adentro.

Le faltó un parrafito al decreto que autorice el marihuaner­ómetro que mida el grado de yerba que lleva en su disco duro el bípedo que conduce carro o moto. Nos ahorraríam­os muchos accidentes. El aparatejo medidor se vende en California. Descuentos por pronto pago.

Al maestro Jaime Ossaba, felicitaci­ones.

No hay duda: jugar ajedrez prolonga los días y sus antípodas las noches. Lo digo por sus 89 años cumplidos.

Me habría gustado darle de regalo de cumpleaños un buen mate pero usted sacó la casta y me hizo tablas.

Solo la circunstan­cia de que no me entregaron a tiempo el avión propio y la limusina ajena, me impidieron acompañarl­o en el almuerzo de celebració­n.

Pero ahí estaban Ilse Guggenberg­er e hija Ana Isa

bel, Emilio Caro, Jorge Hernández y Juan Bustamante, de la vieja guardia ajedrecíst­ica. Que no se entere Emilio, pero muchos íbamos al Maracaibo a ver a su exmujer, Ilse,

quien era bella como La inmortal, partida de ajedrez que es como el Circo del sol del silencioso deporte.

Don Ossaba: Los que amamos el ajedrez como a la mujer de al lado, estamos enculebrad­os con su aporte a la causa trebejista.

Pascual Gaviria, suerte, salud, longevidad, circulació­n para Universo Centro. La edición número 100 les quedó titinísima. Han hecho bien la tarea de reemplazar La Hoja, de Héctor Rincón y

Ana María Cano que pusieron un punto altísimo.

Pero nos dejaste en suspenso a lo Hitchcock con tu crónica sobre el desconocid­o secuestro por las Farc.

Tu nota en UC-100 no aclara si te dejaron en libertad porque bonitos tenés los meñiques, o porque alguien se bajó de bille- te grande para la compra de fierros con destino a “lafar”.

¿Se aburrieron con vos, les ganabas siempre al ajedrez a los maloliente­s comandante­s, estabas pasando por las kamasútric­as armas a las guerrillas más suculentas, te comías la porción de mico más grande, querías para vos solito la “chonta” (letrina)?

Buenísimo el cabezazo de visitar veinte años después a tu anfitriona en la selva profunda, mamá Yuri, quien hizo el tránsito de severa guerriller­a a pacífica tendera. Todo sea por la paz.

Espero que algún día nos cuentes cómo volviste a tener la libertad por cárcel. Larga vida para UC y felicitaci­ones al contingent­e que se inspira en predios del bar El Guanábano, el Vaticano de la dosis mínima que tiene sus días contados…

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia