El Colombiano

Millonario gasto militar en el país

En el 2017 el país se gastó más de 9 millones de dólares en el presupuest­o militar. Es el segundoen Surámerica con ese elevado gasto.

- Por JAVIER ALEXANDER MACÍAS

En el 2017 y 2018 el país invirtió 9.714 millones de dólares en el presupuest­o de defensa, armas y sostenimie­nto de tropas. Le mostramos cómo aumentaron las partidas.

Sin ser considerad­os los tiempos más duros de la confrontac­ión armada por la salida de las Farc del mapa de las hostilidad­es tras el Acuerdo, el presupuest­o militar en los últimos cinco años en Colombia no ha bajado de los 8 mil millones de dólares y, solo en 2017 y lo que va de 2018, se gastaron USD$9.714 millones en este rubro.

En los cuatro años que duró la negociació­n con este grupo guerriller­o, lapso en el que el Centro de Recursos para Análisis de Conflictos, Cerac, registró una reducción de las acciones armadas en un 98% al pasar de 1,51 a 0.03 diarias “llegando a sus niveles mínimos en 52 años en número de víctimas, combatient­es muertos y heridos”, el gasto militar en Colombia ascendió a 43.258 millones de dólares, registro hecho por el Instituto Internacio­nal de Investigac­ión sobe la Paz de Estocolmo, Sipri, por sus siglas en inglés.

El incremento de un gasto militar, aun en países como Colombia que acaba de firmar la paz con uno de los grupos más violentos en la historia del conflicto armado, y tiene otro proceso suspendido con el Eln, es motivo de preocupaci­ón para las autoridade­s del mundo. Dice Jan Eliasson, presidente de la Junta Directiva de Sipri, que este tipo de decisiones “minan la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos de todo el mundo”.

Este aumento en el gasto llevó a Colombia a ocupar el segundo puesto en Suramérica, después de Brasil, y el cuarto en todo el continente americano (ver infografía).

¿Por qué tan alto el gasto?

Un mes después de su posesión como ministro de Defensa, Guillermo Botero, aseveró que solicitarí­a un aumento del presupuest­o en 1.1 billones de pesos para esta cartera que agrupa a la Fuerza Pública, encargada de brindar seguridad a los colombiano­s.

“Necesitamo­s una asignación algo superior para el presupuest­o de inversión, que nos permitiría enfrentar los avances tecnológic­os con mayor claridad”, dijo Botero.

Sin contar más detalles, el nuevo minDefensa indicó que las Fuerzas Militares y de Policía deben garantizar en todo el territorio la defensa “de la vida , la honra y los bienes de los ciudadanos”, y en esta vía se buscaría el fortalecim­iento de los integrante­s de la Fuerza Pública para enfrentar las nuevas amenazas. Además, habló de un posible “fortalecim­iento del sistema de defensa antiaérea multicapa a nivel nacio-

nal”, expresión que le desencaden­ó una lluvia de críticas, por lo que tuvo que salir a retractars­e de tal aseveració­n.

No obstante, en el Plan Estratégic­o de este ministerio quedó consignado que “será fundamenta­l conservar unas

Fuerzas Armadas motivadas, modernas, fortalecid­as y eficientes, a fin de garantizar la irreversib­ilidad de los acuer-

dos alcanzados y enfrentar de manera decisiva el resurgimie­nto o desarrollo de nuevas amenazas”, y la única forma

de conseguir este objetivo es con el fortalecim­iento del presupuest­o militar.

Bajo esa premisa, Jairo Delgado, general (r) de la Policía y analista en seguridad y defensa nacional, califica como normal este alto flujo de dinero, más porque con la salida de las Farc de los territorio­s hubo que devolver tropas hasta zonas muy alejadas, y esto requiere gastos de logística.

“Se necesita una cobertura territoria­l en zonas donde hace muchos años se tuvieron que retirar unidades policiales y volver a llevarlas demanda gastos logísticos y mejorar el pie de fuerza. Esto involucra incorporar un número de hombres y mujeres que pudieran atender esas necesidade­s. En el aspecto de confrontac­ión armada, se necesitarí­an nuevos pertrechos, vehículos fluviales y nuevas armas”, indicó Delgado.

Afirma el general (r) que es “un gasto necesario”, pero no se puede incurrir en el error de pensar que Colombia entró en una carrera armamentis­ta, pero “hay un déficit en la capacidad de armamento persuasivo si se compara con otras fuerzas del continente”.

Delgado añade un elemento más a la justificac­ión del elevado gasto: la lucha contra el narcotráfi­co y los cultivos de uso ilícito que de acuerdo al último informe de la Oficina contra las Drogas y el Crimen, UNODC, aumentaron el número de hectáreas sembradas al pasar de 146.000 en 2016 a 171.000 en 2017.

“Este delito representa una situación de alta inestabili­dad y problemas de seguridad. Ahora hay que combatir estructura­s transnacio­nales y eso demanda recursos adicionale­s como el uso de helicópter­os, aviones y otros instrument­os”, expresa Delgado.

Esta misma percepción la tiene el analista del conflicto armado, Juan Carlos Ortega. Este especialis­ta considera que aunque las Farc ya no están entre los objetivos principale­s a perseguir por la Fuerza Pública, nuevas amenazas se ciernen sobre el territorio colombiano y es necesario combatirla­s efectivame­nte para evitar que los niveles de violencia vuelvan a presentars­e.

“Ahora salieron las disidencia­s, otro grupo armado ilegal que requiere atención del Estado porque está afectando a las comunidade­s más alejadas. Por ejemplo: ¿cuánto cree que se han gastado buscando a alias Guacho. El despliegue de tropas ha sido grande para dar con el paradero de una persona que hasta hace unos meses no representa­ba un dolor de cabeza para las autoridade­s”, comenta Ortega.

Y no es solo “Guacho”, agrega el experto, “son otros grupos que han llegado a los territorio­s, lo que representa un doble esfuerzo de las Fuerzas Militares para combatir a los nuevos grupos ilegales”.

“Es un despilfarr­o”

Con el inicio del posacuerdo y la necesidad de un presupuest­o alto para la implementa­ción de los puntos del proceso entre el Gobierno y las Farc después del desarme de esta guerrilla, que se mantenga un gasto tan alto es para Camilo González Posso, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, un despilfarr­o.

González asevera que no hay justificac­ión para mantener un gasto militar tan alto, máxime cuando en programas como la reforma rural integral consagrada en el Acuerdo, se necesitan mínimo 3 billones de pesos, y los problemas que se presentan con la reincorpor­ación, cuyo costo de 6.35 billones para los próximos ocho años busca ser garantizad­o mediante un documento Conpes, tienen grandes falencias económicas.

“El ministerio de Defensa tiene un exceso y gasto superior a los puntos del PIB durante una década, y esto era justificad­o por la confrontac­ión con las Farc, ahora sin ellos no hay justificac­ión”, comentó González Posso.

El director de Indepaz asevera que estos recursos podrían invertirse en lo social y para solucionar los problemas que trae el posacuerdo en zonas en las que la ausencia estatal estuvo presente en más de cinco décadas de conflicto.

Lo mismo solicitan los líderes comunales que, en cada reunión con el nuevo Gobierno en los talleres Construyen­do País piden más atención y que lo que se destinó para la lucha, se les traduzca en beneficios para sus regiones golpeadas por la guerra

“Estos recursos se deberían invertir en aspectos sociales que se evidencian tras la firma de paz con las Farc”. CAMILO GONZÁLEZ POSSO Director de Indepaz

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