LAS FAMILIAS DEL TERCER MILENIO SON DISTINTAS
Hoy en día tenemos relaciones más cercanas y auténticas entre padres e hijos, en las que la camaradería y la confianza son una evidencia de unos vínculos afectivos más auténticos y profundos, pero también tenemos hijos más irreverentes y que menosprecian e irrespetan a sus padres… y padres que lo permiten.
Así mismo, tenemos papás más tiernos y cariñosos, capaces de desafiar los mitos ma- chistas y colaborar activamente con las tareas del hogar y mamás que trabajan fuera de su casa y contribuyen activamente al ingreso familiar; pero a la vez, tenemos más hombres y mujeres desertando a sus familias, cuyos hijos tienen que pasar, no una sino a menudo varias veces, por la devastadora experiencia de la separación de sus padres.
Tenemos adolescentes más auténticos, locuaces, tolerantes de las diferencias, justos, creativos y amantes de la naturaleza, pero también más jóvenes deprimidos, promiscuos o atrapados por el alcohol y la droga, y que le tienen más miedo a vivir que a morir.
En la era moderna, que perduró algo más de ciento cincuenta años, los derechos de la familia estaban por encima de los derechos individuales. Pero ahora esa tendencia se invierte. La familia posmoderna es una familia en la que los individuos construyen y vuelven a construir libremente, durante todo el tiempo que les da la gana y como les viene en gana. No se respeta a la familia como familia, no se respeta a la familia como institución, pero se respeta a la familia como un ins- trumento de complemento sicológico de las personas.
La familia de antaño, que era obligatoria y que tenía muchas obligaciones, se ha convertido en una familia emocional y muy flexible. Hoy la familia es una institución dentro de la cual los derechos y deseos subjetivos son más poderosos que las obligaciones colectivas. Antes la familia era autoritaria y disciplinaria. Ahora tenemos una familia afectiva, sentimental, “sicologizada” y confundida. Así, hoy son los criterios afectivos o sentimentales, íntimos, emocionales, los que van regulando nuestras relaciones dentro del marco de la familia
Hoy son los criterios afectivos o sentimentales, íntimos, emocionales, los que van regulando nuestras relaciones dentro del marco de la familia.