La alegría de Leones duró apenas 321 días
Cuando saltó a la cancha para enfrentar a La Equidad ayer, Leones ya sabía que ese era el primero de los últimos seis partidos que disputará en primera división.
El empate del Huila 0-0 ante Jaguares y el triunfo 1-0 de Alianza Petrolera sobre Chicó firmaron anticipadamente el destino del conjunto antioqueño al quedar a 19 puntos del cuadro opita, 18° en la tabla de descenso y que, por ahora, salva la categoría.
Su efímera primera experiencia en la máxima categoría del fútbol colombiano ha cosechado, hasta ahora, tres victorias en 33 partidos. Dos de estas en el primer semestre, 2- 1 ante Pasto y 2- 1 contra Millonarios.
El triunfo de visitante fue sobre Huila 2-3 por la fecha 7 del actual torneo.
La alegría y la buena propuesta de juego que promulgaba el equipo paisa y que lo hizo merecedor del cupo a primera división se fue diluyendo con la dura realidad que le impuso la competencia. La inexperiencia de sus jugadores y del técnico Juan Carlos Álvarez, además de la salida de jugadores importantes como Andrés Ricaurte y el goleador de la temporada pasada, Jéison Medina, que no encontraron los relevos necesarios para mitigar el impacto de sus ausencias, llevaron al descenso.
Estos hechos fueron los causantes de que el pasado 24 de agosto, Álvarez dejara el cargo por malos resultados, tras dos años y medio en el cargo, con grandes resultados y estilo de juego en el fútbol de ascenso.
Tres días después de su salida, el club anunció la llegada de Luis Amaranto Perea como nuevo estratega.
Sin embargo, tras seis fechas por Liga, el chocoano, en su primera experiencia como técnico profesional, apenas logró cuatro empates y dos derrotas. Es más, sumando los otros cuatro juegos por Copa Águila que ha dirigido, lleva
diez compromisos sin poder ganar su primer partido como técnico. Por este torneo, en el cual quedó eliminado ante Nacional, registró dos empates y dos derrotas.
Trabajar por pronto regreso
Leones, que logró su ascenso el 24 de noviembre de 2017, volverá a segunda división en la cual militó desde su inicio en 1991, bajo el nombre de Rionegro Fútbol Club, rótulo que llevaría hasta 2013.
Luego comenzaría su periplo, primero por el municipio de Bello, luego en Urabá y finalmente en Itagüí, cuya administración municipal parece estar dispuesta a seguir apoyando al equipo pese a su regreso a segunda división.
El club felino tiene un atractivo proyecto de escuelas de fútbol que impacta positivamente en los niños y jóvenes del municipio