La caída del café
Para el año cafetero (octubre 2017- septiembre 2018), la OIC reportó que la producción del grano creció 5,7 % y totalizó 164,81 millones de sacos.
El balance cafetero mundial, en términos de volúmenes de producción, exportaciones y consumo del grano fue positivo, pero esto no se reflejó en los precios que reciben los cultivadores. Un incremento en la producción y que la gente tomara más café no ayudó a subir los 1,11 dólares, por libra, a los que se cotizó el producto.
Así lo consignó la Organización Internacional del Café (OIC), que dio cuenta del cierre del año cafetero, que se contabilizó entre octubre de 2017 y septiembre de 2018.
Uno de los aspectos relevante del negocio cafetero fue el incremento en su consumo. Se estima que la demanda fue por 162,23 millones de sacos, 1,8 % más que los 159,39 millones del año cafetero anterior.
La OIC dijo que la producción sobrepasó la cifra en 2,58 millones. “Eso contribuyó a los bajos precios, y a que el promedio fuera 1,11 dólares por libra entre octubre de 2017 y septiembre de 2018. En comparación, el promedio del precio entre 2016 y 2017 fue 1,32 dólares, como reflejo del déficit de 3,43 millones de sacos”.
Las exportaciones aumentaron en comparación con 2016/17. Con datos para el periodo octubre de 2017 a agosto de 2018, la OIC ubicó los despachos de los países productores en 112,52 millones de sacos, 1,6 % más que un año atrás.
“Eso ejerció más presión a la baja en los precios, dado que el mercado estuvo bien abastecido. Las existencias de café en los países importadores se mantuvieron en un nivel alto en los dos últimos años. Después de haber alcanzado 17,94 millones de sacos al final de diciembre de 2010, esas existencias, en los países importadores, fueron de 24,64 millones de sacos al final de junio de 2018”, añadió.
En contraste con la dinámica global expuesta por la OIC, para el periodo octubre de 2017 a septiembre de 2018 la exportación cafetera colombiana cayó 5,9 %, al pasar a 12,68 millones de sacos, según la Federación (ver Informe).
Se calcula que la producción mundial de café en esos meses totalizó 164,81 millones de sacos, un aumento de 5,7 % frente a los 155,95 millones del año cafetero anterior (octubre 2016 - septiembre 2017).
En ese contexto, las cifras suministradas por la Federación Nacional de Cafeteros mostraron que Colombia aportó el 8,37 % de la producción mundial al cosechar 13,81 millones de sacos, nivel que representó una contracción de 5,6 %, frente a los 14,63 millones recolectados entre octubre de 2016 y septiembre de 2017.
Y, ¿los productores?
En el caso de las 540.000 familias colombianas que viven de este cultivo, el pasado septiembre en términos de precio fue el mes más bajo desde julio de 2015, pues el valor promedio de la carga de 125 kilos fue de 686.933 pesos.
Para el Comité Nacional de
Cafeteros con esa suma los caficultores están trabajando a pérdida, pues producir una carga cuesta 760.000 pesos, según un estudio realizado por la Federación.
En esa coyuntura, el Ministerio de Hacienda destinó 100.000 millones de pesos en ayudas, los cuales se otorgan como un incentivo cuando el precio de la carga es menor a 700.000 pesos.
Así, desde finales de septiembre, cuando se activó ese mecanismo, este se ha hecho efectivo entre el 28 y el 30 de ese mes cuando la carga se pagó a 686.000 pesos por lo que se reconoció un estímulo de 14.000 pesos. El primero de octubre cuando el precio se ubicó 690.000 pesos y el incentivo fue de 10.000 pesos por carga.
Pero el efecto de los bajos precios no es exclusivo de los cafeteros colombianos, pues son por lo menos 25 millones de familias en América Latina, África y Asia que se dedican a esta actividad.
Y si bien en reunión entre el presidente Iván Duque y su homólogo hondureño, Juan Orlando Hernández, se fijó empujar el precio del café con el fomento al turismo, algunos protagonistas ya habían expuesto la problemática.
Asociaciones de 30 países agrupados en el Foro Mundial de Productores de Café, enviaron la semana anterior una carta a las principales compañías compradoras del grano, en la que piden buscar soluciones conjuntas.
En la misiva enviada a Starbucks, Nestlé, Joh Johannson, Gustav Paulig, Folgers, Keurig y JDE, se recuerda que desde 1990 los precios del café han empobreciendo a los caficultores. “Mientras en 1982 la libra de café fluctuó entre 1,20 y 1,40 dólares, este año ha llegado a 0,94, con lo cual los productores han perdido al menos dos terceras partes de su capacidad adquisitiva”