Arias asegura luchar contra un secuestro
En una carta dirigida a la opinión pública, el exministro de Agricultura y precandidato presidencial en 2009, Andrés Felipe Arias, quien está preso en Estados Unidos desde finales de 2017, sostuvo que seguirá “luchando contra este secuestro. Lo tengo que llamar así porque, aunque se cubra de ropaje institucional, secuestro es secuestro; y el dolor causado por ello a mi esposa y mis hijos también es dolor”.
Arias lleva 382 días detenido en una cárcel federal de la Florida y está condenado a 17 años de prisión por el escándalo de Agro Ingreso Seguro, por los delitos de peculado por apropiación en favor de terceros y celebración de contratos sin el debido cumplimiento de los requisitos legales.
Mientras espera la decisión de Estados Unidos sobre si regresa o no a Colombia para pagar acá su pena por dicho escándalo, el exministro sugirió en la carta que algunos de los magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia temen que se den a conocer las anomalías que se han cometido en su contra.
“Ante la ausencia de pruebas en mi contra, la Procuraduría General de la Nación le solicitó a la Sala Penal mi absolución. Puedo probar que actué con absoluta integridad durante mi paso por el Ministerio. Aun así, aquí estoy, encarcelado y separado de mi esposa y mis hijos por un delito que no cometí”, dice un apartado de la misiva.
Añadió que la Sala Penal que lo condenó es la misma del Cartel de la Toga, “un grupo de jueces mayoritariamente corruptos y, por ende, ilegítimos”.
Para Arias su condena obedece a “odios y a cuentas políticas”, en lugar de ser asuntos netamente judiciales.
También comparó su situación con la de los excombatientes de las Farc que actualmente participan en política. “¿Cómo entender que personas que hasta hace poco asesinaban, secuestraban y narcotraficaban en los montes de Colombia, hoy ostenten curules en el Congreso de la República, mientras yo, sin haber cometido delito alguno, sigo encarcelado y despojado de mis derechos políticos de por vida?”, concluyó en la misiva