El Colombiano

Vegachí reclamó justicia por el asesinato de dos de sus niños

- Por GUSTAVO OSPINA ZAPATA CORTESÍA

Comunidad salió a las calles para acompañar a la familia de las víctimas. Hasta agosto, 1.227 niños murieron de forma violenta en el país, según Medicina Legal.

Ayer en la tarde, convocados por la Alcaldía, centenares de personas en Vegachí marcharon por las calles para expresar su dolor y exigir justicia por el asesinato, de manera cruel, de los hermanos Wílmer y Wendy Jiménez Restrepo, ocurrido en la tarde del lunes festivo, cuando los dos pequeños, de 6 y 11 años de edad, se quedaron solos bajo el cuidado de un conocido de la familia.

Esta persona, un joven de 18 años ya capturado por la Policía, es acusado por la propia madre, Sor Mélida Restrepo Hincapié, de ser el presunto responsabl­e del crimen.

Con su voz entrecorta­da, abrumada por el dolor, Sor Mélida dice que quisiera devolver el tiempo al instante cuando salió de su casa a hacer una vuelta por el pueblo, pero admite que no se puede luchar contra lo imposible.

“Yo salí, pero no me iba a demorar. A los niños no los dejé solos, quedaron con mi otra hija de 13 años y dos muchachos: un amigo de mi casa, de 16 años, y este joven de 18, que venía pretendien­do a mi hija, le decía que fueran novios y mi niña lo rechazaba, le decía que ella no estaba en edad para novios, y seguro por eso fue que me la mató”, relata Sor Mélida, que ayer permanecía en Vegachí a la espera de que desde Medicina Legal en Medellín, a donde fueron trasladado­s los cadáveres de los infantes para determinar las reales causas de sus muertes, los regresara para velarlos y darles sepultura.

No está claro

Pero si esta madre dejó a sus dos hijos con tres personas,

¿por qué al final se quedaron solos con el que, a la postre, sería su asesino?

Ella responde que cuando iba por la calle, su amigo de 16 años la alcanzó para acompañarl­a y decirle que había dejado a sus niños con el otro muchacho y con la hija de 13 años. Esta última, casualment­e, también salió de la vivienda, en el barrio Casa Viva, en la zona urbana, a comprar algo en una tienda y sería ese el momento que aprovechó el

homicida para actuar.

“Yo no me demoré, pero cuando volví, vi la puerta de la casa abierta y todo apagado, me pareció extraño, empecé a recorrer las habitacion­es y vi a mi niño bañado en sangre, lo revisé y vi que lo habían degollado, debajo de él estaba mi niña con muchas puñaladas”, relata Sor Mélida. Pide para el infanticid­a la pena máxima.

Luis Ángel Jiménez, excompañer­o sentimenta­l de Sor Mélida, padre adoptivo de am- bos niños, a quienes les dio el apellido, lamenta lo ocurrido, porque los amaba como si fueran sus hijos propios.

“Yo me separé de ella en enero. Hace un mes me vine a Medellín a luchar por una cirugía y no entiendo cómo los dejó solos, hoy hay muchos peligros”, dijo Luis Ángel en las afueras de Medicina Legal.

Proteger a los niños

El comandante de la Policía Antioquia, coronel Carlos Mauricio Sierra, informó que el niño fue degollado y la niña tenía más de 7 heridas propinadas con arma blanca en la zona del tórax.

“Al recibir el reporte de la madre y la comunidad, enviamos un grupo especializ­ado de la Policía Judicial y del Laboratori­o Forense, y en la noche se captura a un joven de 18 años; los informes nos dan cuenta de que esta persona sale de la vivienda de los menores, tiene en su mano una herida de arma blanca y se di- rigía al hospital a que le hicieran una curación; estamos haciendo los cotejos de lo que pasó en la vivienda para determinar claramente las responsabi­lidades”, detalló el oficial.

Este caso siembra preocupaci­ón entre las autoridade­s y las organizaci­ones protectora­s de los niños. Juan Carlos Álvarez, director de la Corporació­n de Amor al Niño Cariño, insistió en la necesidad de crear espacios que protejan a los infantes del peligro.

“Según Medicina Legal, hasta agosto de este año iban 1.227 niños víctimas de muertes violentas; y 50% de los niños vienen de embarazos no deseados. Esos son hechos que nos tienen que poner a pensar en nuestra responsabi­lidad como sociedad frente a ellos. Esa protección debe empezar por los padres, pero son los vecinos, la escuela, el Estado, los medios de comunicaci­ón, la sociedad entera, los que debemos hacernos responsabl­es de su protección y cuidado”, indicó Álvarez

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FOTO Los asesinatos de Wílmer y Wendy movilizaro­n a la comunidad de Vegachí, en el Nordeste de Antioquia. Los menores de edad fueron atacados con arma blanca. El presunto responsabl­e fue capturado por las autoridade­s.

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