1.2
billones de pesos es el valor de las transferencias de EPM a Medellín, en 2018.
“No podemos poner en riesgo la capacidad crediticia de EPM o su nombre frente a las calificadoras de riesgo ni mucho menos las transferencias que hace al municipio para inversión social en múltiples proyectos”, explicó.
Aura Marleny Arcila, presidenta del Concejo, manifestó que reducir o eliminar las transferencias al Municipio trasladaría la emergencia civil por el megaproyecto a una emergencia social en la ciudad. “Hay que garantizar las transferencias”, dijo.
La ponencia positiva fue aprobada por la Comisión Primera con 6 votos positivos. El concejal Róber Bohórquez no votó.
Enajenar Une, no ISA
El concejal Bernardo Alejandro Hoyos no se suscribió al proyecto arguyendo, entre otros puntos, la necesidad de que se traiga a debate la enajenación de la participación de EPM en UNE en lugar de la enajenación en ISA. Su disentimiento está fundamentado en los estudios que habrían sido contratados por EPM con las empresas Oliver Wyman y Mckinsey Company Colombia, los
cuales señalan que “se debe prescindir prioritariamente de activos que no sean estratégicos para la empresa por tener menores proyecciones económicas a futuro”.
La concejal María Paulina Aguinaga indicó que la situación de alto endeudamiento de EPM no se debe únicamente al proyecto Hidroituango, sino a “malos manejos financieros anteriores. De los $18,5 billones (que equivalen al 56 % de la deuda del grupo EPM), menos del 25 % corresponde a Hidroituango”.
Aguinaga agregó que es grave enajenar activos estratégicos como Isa, que le ha aportado a EPM $300 mil millones en dividendos y que hoy tiene un valor de 1,5 billones. “Nadie sabe qué va a pasar con Hidroituango y lo pagarán los ciudadanos con el aumento en las tarifas de servicios públicos”, precisó