El Colombiano

Trump endurece reglas para el asilo

Los migrantes que ingresen irregularm­ente a EE. UU. no podrán solicitar asilo, dice nuevo decreto.

- Por JUAN MANUEL FLÓREZ ARIAS

Un decreto presidenci­al excluirá de este tipo de solicitude­s a los migrantes ilegales. La medida busca frenar la caravana centroamer­icana.

Donald Trump tiene prisa para tomar decisiones antes de que se posesione el nuevo Congreso en enero de 2019. El miércoles pasado el mandatario estadounid­ense retiró del cargo al Fiscal General Jeff Sessions. Dos días después, anunció un decreto ejecutivo para impedir que los migrantes que ingresen ilegalment­e a ese país puedan obtener asilo.

Con esto el mandatario pasa de las declaracio­nes a la acción legal contra la caravana de 10.000 personas centroamer­icanas que desde mediados de octubre avanzan hacia EE.UU. con la pretensión de pedir refugio.

Ambos anuncios se dan en la semana posterior a las elecciones legislativ­as en las que los demócratas le arrebataro­n al gobierno la mayoría en la Cámara. Para David Castrillón, profesor de política internacio­nal de la U. Exter- nado son movidas para ganar terreno antes de la posesión del nuevo legislativ­o.

Asunto de seguridad

De acuerdo al nuevo decreto, aunque los miembros de la caravana de migrantes –en su mayoría hondureños y salvadoreñ­os– lograran entrar ilegalment­e a Estados Unidos, pese a los 5.200 soldados que fueron enviados por el presidente republican­o a la frontera, no podrían quedarse. Ni siquiera aquellos que aleguen sufrir una situación de peligro o persecució­n en sus países.

Hasta ahora, quienes eran intercepta­dos en territorio estadounid­ense pasaban por un proceso en el que se evaluaba caso por caso si cumplían las condicione­s para ser asilados.

Como explica Rodolfo Casillas, experto en migración centroamer­icana e investigad­or de la Facultad Latinoamer­icana de Ciencias Sociales, la forma en la que se entraba a Estados Unidos no era tenida en cuenta, “pues se entiende que una persona que solicita refugio vive una situación extrema que la hace faltar a ciertos procedimie­ntos”.

Según la Unión Estadounid­ense de Libertades Civiles, al constar en la Constituci­ón de EE. UU. que cualquier persona puede solicitar asilo en este país, el decreto sería ilegal. Sin embargo, está basado en una ley que le permite al presidente restringir proteccion­es humanitari­as alegando motivos de seguridad nacional.

Esto, sumado a la actualizac­ión hace tres semanas de las amenazas de ese país –que ubicó en el primer lugar a la Mara Salvatruch­a, la organizaci­ón internacio­nal de pandi- llas que opera en El Salvador, Guatemala y Honduras–, y a las declaracio­nes del presidente sobre la presencia de criminales entre los miembros de la caravana, dejan claro que la estrategia es “resolver una problemáti­ca social con una visión de seguridad”, como explica Pedro Piedrahita, profesor de Ciencia Política de la Universida­d de Medellín.

El nuevo veto migratorio

No es la primera vez que Trump invoca la seguridad nacional para promover un endurecimi­ento de la política migratoria. Esta nueva medida, de cierta manera, es un calco del veto migratorio aplicado a países de mayoría musul-

mana, aprobado en junio de este año, tras casi dos años de discusione­s judiciales sobre su constituci­onalidad.

Con esta nueva decisión ejecutiva comienzan a llover demandas que buscan proteger los derechos de solicitud de asilo consignado­s internacio­nalmente (ver recuadro).

Finalmente, en esta situación lo que prevalecer­á es lo que determine el Tribunal Supremo, en el que Trump ha logrado ubicar durante su mandato a dos conservado­res, entre los nueve magistrado­s que la integran. El último, el polémico acusado de abuso sexual Brett Kavanaugh

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia