Suena Doctor Krápula, 20 años de gritar
El grupo bogotano regresa al escenario de Altavoz después de 10 años y celebra dos décadas de historia con un nuevo trabajo.
La burla puede ser una de las armas más fuertes para llevar una arenga fuerte y contestataria. Esa es una de las estrategias que ha usado Doctor Krápula en sus canciones a lo largo de los últimos 20 años.
Para la banda bogotana, que se volverá a presentar en el Altavoz después de una década de ausencia (en ese escenario), ha sido fundamental cimentar algunas de sus letras en problemáticas que la desvelan: el daño al medio ambiente, la violencia, el no tener derecho a una educación digna y la falta de justicia.
Democracy, uno de los sencillos del álbum Animal (2017), tenía ese sentido: que-
ría ser una crítica al gobierno de Donald Trump de una manera casi caricaturesca.
“Se basó en lo chistoso y ridículo que es caer otra vez en ese ciclo de olvidar el daño que hace una persona tan peligrosa al mando del país más poderoso del planeta y que afecta a toda la región”, comenta Mario Muñoz, vocalista del grupo.
Las criticas y las reclamaciones no se han formulado solo bajo el concepto del humor. El grupo publicó esta semana el vinilo Viva Doctor
Krápula, una celebración de su labor ininterrumpida durante dos décadas en la música y una colección de seis canciones nuevas que van desde el fútbol hasta la política.
El Peligroso es, probablemente, la que más se destaca entre ellas, pero allí el lenguaje es contundente, aunque no señalan nombres. “Tal vez es una de mis favoritas de las últimas canciones que ha hecho Doctor Krápula en su historia. Es una lírica y una música que invita a la gente a salir a la calle y a manifestarse. A hablar en contra de la violencia y a decir las cosas de manera frentera. No le ponemos un nombre porque las canciones tie-
nen que ser vigentes toda la vida y aunque hoy el peligroso es uno, puede que en 20 años sea otro”, cuenta.
Las denuncias continúan en la producción: Bogogo es una crítica a la actual Alcaldía de la capital. Lo dicen abiertamente porque constantemente cuestionan, como banda y desde su posición personal, las decisiones que toma ese gobierno local. A manera de protesta, además, han optado por no presentarse en ninguno de los eventos que organiza el distrito bogotano.
No les da miedo hablar, lo hacen en su lenguaje y es su mayor motivo de orgullo. En las marchas estudiantiles que actualmente exigen un mayor presupuesto para las universidades públicas, un grupo de estudiantes pintó en una pancarta gigante la letra de Exigimos, canción que perteneció a su álbum
¡Viva el planeta! (2012). “Para nosotros eso es más importante que un premio Grammy o que sonar en alguna emisora porque estamos llegando con la música al corazón de la gente”, admite él.
Sienten que ya no ven la realidad desde el barrio, van alimentado sus ideas y también sus luchas. Se han vuelto una banda más sencilla, más práctica. Después de Medellín volarán a Alemania a tocar varias fechas. No se les agotan las letras y se preparan porque en 2019 piensan sacar más canciones que se rían sobre lo que todavía consideran absurdo en su país