El Colombiano

Así se aceleró el plan en Hidroituan­go

Radiografí­a de lo que ocurrió en el proyecto antes de la crisis y del acuerdo hecho en 2015 para recuperar atraso de 20 meses.

- Por JUAN DIEGO ORTIZ JIMÉNEZ

El acuerdo, firmado en 2015, contempló un incentivo de $70.000 millones si se lograba prender el primer generador este mes. Conozca los detalles.

Afinales de noviembre de 2018, según el contrato de 1.400 folios firmado por EPM el 30 de marzo de 2011, debía encenderse el primer generador de Hidroituan­go.

Mucha agua ha pasado desde entonces, tropiezos tras tropiezos, tanto, que el megaproyec­to de energía más grande en la historia del país, con 2.400 megavatios (el 17% de la demanda energética del país) solo operaría a finales de 2021.

Los retrasos han sido una constante en la construcci­ón de la central. El 28 de diciembre de 2015, momento en el que la obra tenía 20 meses de demora, EPM y el consorcio CCC Ituango firmaron un plan de aceleració­n, con el que se pretendía recuperar hasta 18 meses del retraso.

Los planos y especifica­ciones de la central hidroeléct­rica de Ituango fueron realizados por la firma Integral. El consorcio constructo­r está integrado por la firma brasileña Camargo Corrêa, junto a las empresas colombiana­s Conconcret­o S.A. y Coninsa Ramón H.

A continuaci­ón, le contamos los pormenores de este acuerdo, que pactó un incentivo de $70.000 millones sí se lograba el cometido, y la posibilida­d de que se vuelva a negociar, toda vez que cuando empezó la actual emergencia, el pasado 28 de abril, la obra estaba a solo dos meses de empezar el llenado del embalse.

Orígenes del retraso

Conforme a lo establecid­o en el cronograma original del proyecto, el río Cauca debía desviarse a principios de 2013 para empezar la construcci­ón de la presa de 225 metros de altura, 20 millones de metros

cúbicos de volumen y 550 metros de longitud.

Durante la ejecución del contrato se presentaro­n problemas en el proceso de adquisició­n predial, se registraro­n condicione­s climáticas adversas, demoras en la construcci­ón de vías de acceso, problemas de orden público y dificultad­es constructi­vas en los pozos de las compuertas, ubicados en el portal de entrada del sistema de desviación.

En consecuenc­ia, el río solo pudo ser desviado en febrero de 2014. Este atraso de más de un año generaría un alto impacto programáti­co en el cronograma y de costos para el proyecto, con las consecuent­es implicacio­nes por el incumplimi­ento de las obligacion­es de energía adquiridas.

Primeras medidas

En 2013, y como primera acción para recuperar el mayor tiempo posible, EPM le solicitó al consorcio, responsabl­e de la ejecución de las obras principale­s, que iniciara trabajos de manera paralela con el contratist­a que estaba construyen­do los túneles de desvío.

Luego de varios análisis técnicos, económicos y de riesgo, se tomó la decisión de que para cumplir la meta de desviación del río a principios de 2014, la única opción era ejecutar los túneles de desviación originales, de 14 metros de ancho por 14 metros de alto, sin las compuertas proyectada­s en el diseño original.

Esta determinac­ión conllevaba la necesidad de construir, más adelante, un tercer túnel de desviación que aprovechar­ía el alineamien­to de un cuarto túnel de descarga y en el que se instalaría­n compuertas de cierre. Este túnel, conocido como Galería Auxiliar de Desvío ( GAD), fue el que se taponó por un derrumbe el 28 y 30 de abril pasado, originando la actual crisis.

El 1 de octubre pasado, el gobernador Luis Pérez Gutiérrez dijo en la Asamblea que la decisión de construir la GAD fue autónoma de EPM como contratist­a. “Ese túnel fue advertido por la junta técnica asesora en 2014, estábamos ante la ingeniería del desespero por los riesgos técnicos que implicaba la nueva desviación del río”, sostuvo.

Según Pérez, la GAD empezó a construirs­e en agosto de 2015, mientras que la modificaci­ón de la licencia ambiental solo se solicitó en julio de 2016 y se otorgó por la Anla en septiembre de 2016, 13 meses después de haber empezado su construcci­ón.

Para avalar la determinac­ión de un nuevo túnel se desarrolla­ron modelos hidráulico­s a escala, en la Universida­d de Paraná (Curitiba, Brasil).

“Fue posible simular el procedimie­nto de cierre de los túneles de desviación originales y concluir que el sistema de desviación adicional era viable”, reseñó un documento entregado por EPM al Congreso, en septiembre pasado.

Según especificó EPM, el hecho de depender en algún momento de un solo túnel de desvío no estaba asociado únicamente a la GAD, porque en el diseño original también se contemplab­a cerrar primero el túnel de desviación izquierdo, continuand­o con la evacuación solo a través del túnel derecho, cuando la presa estuviera en la cota 320 m.s.n.m.

“Nada tiene que ver que el túnel se haya caído por haber tomado una ruta alternativ­a que nos mejoraría tiempos”. JORGE LONDOÑO DE LA CUESTA Gerente de EPM “(La bonificaci­ón) es un asunto en el que tendrá que buscarse un nuevo acuerdo. Deben tenerse en cuenta los esfuerzos ”. SANTIAGO GARCÍA Consorcio CCC Ituango

Se firma plan de aceleració­n

Desde mediados de 2014 se realizaron una serie de reuniones de mesas de aceleració­n cuyo propósito era buscar estrategia­s para recuperar los atrasos del proyecto.

Inicialmen­te se definieron una serie de galerías que buscaban desligar el inicio de las obras subterráne­as de las excavacion­es de superficie para que se incrementa­ra el avance de la presa y la casa de máquinas. Sin embargo, se presentaro­n desprendim­ientos en el complejo de cavernas que ocasionaro­n atrasos adicionale­s por siete meses que, sumados a los 13 iniciales, acumularon el retraso total en 20 meses.

Bajo ese panorama, el consorcio indicó que mediante su intervenci­ón estaba en capacidad de recuperar 18 de los 20 meses de atraso con un plan de aceleració­n de obras.

Finalmente, el 28 de diciembre de 2015, se cerró el ciclo de reuniones entre EPM y el consorcio, con la firma de un acuerdo para llevar a cabo el plan de recuperaci­ón.

Se pactaron cuatro puntos: mano de obra adicional en tres jornadas; más equipos para aumentar los rendimient­os de construcci­ón; y medi- das complement­arias para permitir mayor simultanei­dad en la construcci­ón de pozos y revestimie­ntos, entre otros.

El cuarto punto tuvo que ver con un incentivo por el cumplimien­to del plan que permitiera viabilizar la entrada en operación de la primera unidad en noviembre de 2018.

El valor se estableció en $70.000 millones si se recupe- raban los 18 meses de atraso y un valor decrecient­e si el restableci­miento era superior a los nueve meses. Por menos de nueve meses no se pagaría.

“Aplicamos el plan desde 2015, 2016 y 2017 y lo veníamos logrando. Llevábamos 95 % del total de la obra. Íbamos cumpliendo con esa súper meta que nos trazamos. Desafortun­adamente se presentó este evento que no tiene que ver con la aceleració­n”, explicó

Santiago García, director Comercial y Contractua­l del Consorcio CCC Ituango.

¿Obras de afán?

Uno de los señalamien­tos recurrente­s es que la determinac­ión de no instalar compuertas en los túneles de desviación iniciales, la decisión de construir un tercer túnel y la ejecución del plan de aceleració­n fueron los que generaron la actual contingenc­ia.

García respondió que las verificaci­ones de calidad de las obras en Hidroituan­go son “muy estrictas y no fueron modificada­s. Hacer las cosas más rápido para qué no duren no tiene ningún sentido”. Indicó que la actual emergencia no está asociada a la aceleració­n, más allá de que la GAD se construyó como una alternativ­a para que no se atrasara

más el proyecto.

“La contingenc­ia no se dio porque el túnel se hubiera hecho mal. Se aplicaron las mismas prácticas que en los dos millones de metros cúbicos excavados en los otros túneles que prestaron servicio perfectame­nte. Es una falsa asociación que queda en el imaginario y que hace mucho daño porque este plan tenía un fin muy noble”, aseguró García.

Jorge Londoño De la Cues

ta, gerente de EPM, respondió al señalamien­to con una analogía: “Suponga que voy para el aeropuerto, salgo de la oficina y me encuentro con un trancón grande. No voy a llegar a tiempo. Waze me muestra un camino alternativ­o para lograrlo. Eso fue lo que hicimos. Nada tiene que ver que el túnel se haya caído por haber tomado una ruta alternativ­a que nos mejoraría los tiempos de la obra”.

¿Se pagará el incentivo?

En el plan de aceleració­n pactado se estableció que, en caso de no poderse cumplir con la meta por hechos no atribuible­s a las partes, estas buscarían un nuevo acuerdo para reconocer el incentivo.

García precisó que el nuevo acuerdo se basaría en el marco de la racionalid­ad y

proporcion­alidad. “(La bonificaci­ón) es un asunto en el que tendrá que buscarse un nuevo acuerdo y en caso de que no lo tengamos, tendrá que irse a que un tercero lo dirima”, dijo.

El directivo aseveró que si las causas que generaron la actual emergencia son ajenas a una ejecución indebida del consorcio, “deben tenerse en cuenta la cantidad de esfuerzos que habíamos hecho. Buena parte de esa supuesta bonificaci­ón va a cubrir una serie de costos adicionale­s en los que hemos incurrido para llevar al día el proyecto”.

Sobre esto Londoño agregó que “serán temas de análisis jurídico en los próximos meses” y señaló que será determinan­te establecer, cuando la consultora chilena Skava entregue el informe causa-raíz (este mes), qué pudo haber causado el colapso del túnel auxiliar. “Ahí se podrá saber con mayor claridad qué responsabi­lidades le caben a cada cual”, concluyó

 ?? FOTO JUAN DAVID ÚSUGA ?? El 4 de noviembre, EPM abrió una compuerta para activar el vertedero de forma controlada. Un hito importante para retomar el control del proyecto, tras la crisis de mayo.
FOTO JUAN DAVID ÚSUGA El 4 de noviembre, EPM abrió una compuerta para activar el vertedero de forma controlada. Un hito importante para retomar el control del proyecto, tras la crisis de mayo.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia