El Colombiano

“Espero que el mármol hable”

La artista Ani Mesa tiene un taller en el que fabrica plumas del material más resistente.

- Por RONAL CASTAÑEDA

Su taller tiene forma de cilindro con una larga rampa en espiral. No hay escalas y se accede por pendientes que facilitan el arrastre de carretas de carga. Para hace el edificio no se utilizó ningún ladrillo. En su lugar, hubo hierro y cemento, y se sostuvo por unas cuantas columnas.

Allí dentro está su estudio dividido en dos: uno para lo limpio (donde hace el pulimento y finalizaci­ón de las piezas) y otro para lo pesado. Este último es como el de un mecánico, con horno para quemar, un martillo neumático, pulidoras y cinceles.

La escultora Ani Mesa sabe que este no es un taller cualquiera. Le angustia sobremaner­a que los vecinos estén incómodos con el ruido, porque sabe que puede hacer mucho. “Es como si me gustara todo lo que sea pegarle a algo”, dice entre risas. Mármol, madera, bronce, piedra, barro, terracota; pum, pum, pum.

Se queda pensando y corrige: “No es mi interés golpear por golpear, quiero descubrir y encontrar lo que hay por dentro de cada elemento”.

Entre las materias que trabaja hay algunas más preciadas que otras: “Hay maderas exóticas como el tolúa (buena para tallar) o el armelino, que vienen de la Costa”, y señala una pila debajo de un mesón.

Cuenta que hay maderas que son como las telas o los mármoles, con sus derechos y reveses, y muestra cómo las superficie­s cambian al tacto (unas más arrugadas que otras) y algunas a la vista (con las venas salidas o uniformes).

Mirar adentro

En el antejardín del taller es- tán en fila algunos mármoles que encontró en una tienda italiana. Son tan pesados que le costó más el transporte para traerlos que comprarlos.

Camina entre las rocas, las toca y les da vueltas esperando a que una le hable. “Son piedras nobles. Hay que buscarles la entrada justa para no descascara­rlas ni quebrarlas”.

Sobre un banco de carpinterí­a antiguo tiene un ala en resina que usó en su más reciente exposición, Elevacione­s. También hay unas plumas hechas en alabastro, un material que es como una malformaci­ón rocosa, con apariencia traslúcida.

Hacer alas es casi una contradicc­ión porque es hacer un objeto ligero con materiales pesados: “Es sacarle a lo pesado la levedad. A pesar de él mismo, tiene que volar”.

Entre sus temas además están los vínculos y conexiones humanas. Toma una escultura en alabastro de una pareja abrazada, hombre y mujer, tallada en posición fetal, la forma que más le gusta: “De ahí venimos y ahí vamos a terminar”.

Desde la base

Estudió Diseño Arquitectó­nico en la Academia Superior de Artes. Su carrera estuvo ligada con la moda y los negocios. Fue socia de la marca de vestidos de baño Onda de Mar y durante 16 años administró la franquicia Dorita Vera.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia