EDITORIAL
El Día internacional contra el abuso sexual infantil probó que esta tragedia humillante sigue en ascenso y que es responsabilidad de todos frenarla. Hay que escuchar y creerles a los niños.
“El Día internacional contra el abuso sexual infantil probó que esta tragedia humillante sigue en ascenso y que es responsabilidad de todos frenarla. Hay que escuchar y creerles a los niños”.
Anuestros niños hay que escucharlos, creerles, acompañarlos, entender sus gestos y sus silencios y reaccionar, de manera contundente, como personas y sociedad, contra cualquier atropello o abuso sexual en su contra. Estos no son otra cosa que la expresión de una sociedad enferma que se encarniza con los más débiles y se ampara en la impunidad que los rodea.
Si algo hay que destacar de la conmemoración ayer del Día Internacional Contra el Abuso Sexual Infantil es el creciente compromiso de autoridades, instituciones de la sociedad civil, familias y personas para denunciar, castigar y, sobre todo, prevenir estos comportamientos aberrantes. Merece mención especial el liderazgo de la primera dama de Medellín Margarita María Gómez Marín quien desde su despacho ha hecho de este tema una de sus prioridades.
No obstante el camino apenas comienza y queda un enorme trecho por recorrer y aprender para frenar esta desgracia, como lo probaron expertos locales, nacionales e internacionales que participaron en el V Foro Me rehúso al abuso, organizado por la Alcaldía de Medellín, con el acompañamiento de distintas instituciones públicas y privadas y medios de comunicación.
Los datos sobre esta tragedia contra niños y adolescentes en la ciudad y el país avergüenzan, duelen, indignan y dejan un mar de interrogantes sobre nuestro comportamiento como sociedad.
Nada puede escaparse a nuestro control para proteger a los niños de los abusadores. El alcalde Federico Gutiérrez denunció que el 90 % de los victimarios son padres, hermanos y otros familiares y amigos cercanos a las familias. Igual de desconcertante que son los “entornos protectores” los peores escenarios de protección a los ni- ños porque en ellos (hogar, colegios y viviendas de familias y amigos) se cometieron la mayoría de los hechos denunciados.
En Medellín, al cierre de octubre, se denunciaron 1.798 casos de abusos sexuales contra menores de edad, lo cual demuestra un aumento progresivo desde 2016 cuando se presentaron 1.398 episodios y 2017 con 1.995. De la tragedia del año en curso, el 86 por ciento de las víctimas eran niñas o adolescentes mujeres.
En el país, al cierre de agosto, según Medicina Legal, se habían reportado 17.594 casos de abuso sexual, 15.408 de ellos en menores de edad: 13.072 mujeres y 2.336 hombres. El mayor número de víctimas (5.586) tenía entre 10 y 13 años. Le siguen niños de entre 5 y 9 años (4.301 víctimas) y 14 a 17 años (3.421 casos).
Aunque las denuncias han crecido, los expertos sostienen que los casos que no llegan a estrado judicial son muy superiores. Solo uno de cada seis niños dice qué le pasó y el 95 % de los hechos queda en la impunidad.
Todos, sin excepción, tenemos que contribuir en el combate a este delito. Por grave que sea la denuncia y humillante que parezca el episodio, es mucho más grave el silencio y el sufrimiento a que fue sometida la víctima indefensa.
El debate sincero, sin miedo, sin tabú hay que llevarlo a todas partes, incluso al comedor de la casa para que quien pretenda abusar de nuestros niños tenga claro que habrá un adulto dispuesto a protegerlos y a denunciar el caso.
Hay que hablar del tema sin tapujos. Como se explicó en el foro, a los niños hay que enseñarles a cuidarse, a confiar en nosotros como sus máximos amigos e identificar cuando algo no va bien.
Hay que ponerse en los zapatos de ellos, comprender su comportamiento en vez de juzgarlos, ser parte activa de su escuela o colegio, verificar si en la misma hay política de protección y prevención y, en un mundo en el que el internet se impone y llegó para quedarse, estar a la par con sus conocimientos al respecto y acompañarlos en su correcta apropiación. Nuestros niños siempre deben tener la confianza absoluta de que vamos a estar con ellos. Actuemos . #ProtejamosALosNiños es la campaña de EL COLOMBIANO que no se detiene en la lucha contra estos comportamientos enfermos y criminales, pero ante todo en el compromiso con nuestros niños