El Colombiano

TENER TACTO PARA NO SOBREDIMEN­SIONAR EL HECHO Y RECHAZAR CUALQUIER VIOLENCIA

- Por ALFREDO SÁNCHEZ

Presidente Asociación Emprendedo­res Colombo-Venezolano­s en Medellín Son hechos delicados que afectan la sana convivenci­a entre dos comunidade­s que lo que deben es buscar su integració­n productiva. Lo primero es repudiar lo ocurrido. Hay que tener cabeza fría y ponderació­n para entender la dimensión de esos distrubios que, si bien graves, son causados por grupos minoritari­os, si se piensa que en Co- lombia hay más de un millón de venezolano­s y colombo-venezolano­s (venezolano­s de padres y abuelos colombiano­s).

Este hecho, parece, obligó la deportació­n de 15 venezolano­s, un número ínfimo, porque la inmensa mayoría de la migración venezolana es constructi­va y productiva. Lo importante es mantener los canales adecua- dos de comunicaci­ón y la inteligenc­ia para manejar estos casos excepciona­les, sin que se sobredimen­sionen los hechos en los medios informativ­os y en las redes sociales y demás plataforma­s de internet.

Hay que trabajar por la sana integració­n, evitar la violencia y aplicar la ley a quienes definitiva­mente no respeten las leyes y el derecho del país.

Y si bien puede haber reclamos por la calidad de la atención, hay dos cosas claras: las vías de hecho no resuelven nada y deben ser rechazadas y hay que entender que la asistencia es transitori­a. Hay que avanzar a la autososten­ibilidad e inserción económica de los migrantes

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