El Colombiano

EDITORIAL

La captura de la cúpula de la Alcaldía de Envigado, y del contralor del municipio, es un duro golpe a una población que día a día lucha contra estigmatiz­aciones múltiples. Que la justicia obre.

- ESTEBAN PARÍS

“La captura de la cúpula de la Alcaldía de Envigado, y del contralor del municipio, es un duro golpe a una población que día a día lucha contra estigmatiz­aciones múltiples. Que la justicia obre”.

Envigado, según los índices del Departamen­to Nacional de Planeación, es el mejor vividero de Colombia. Pero así la realidad socioeconó­mica lo indique, no ha dejado de cargar, a la vez, con estigmas y un pasado difícil de borrar, ligado no solo a los tentáculos del narcotráfi­co sino a otros parapodere­s que gravitan en torno a su administra­ción y que se manifiesta­n en múltiples facetas de su vida diaria.

Ayer se añadía otro elemento a esta historia: sorpresiva­mente fue capturado su alcalde, Raúl Cardona González. Junto a él, la secretaria de Hacienda, Girlesa Mesa Medina; el de Educación, Diego Fernando Echavarría, y el exconcejal Lindon Johnson Galeano Abello. También hay orden de captura contra el contralor municipal, José Conrado Restrepo Valencia.

Como casi todos sus antecesore­s, el alcalde Cardona González tiene un alto índice de aceptación entre los envigadeño­s. La aprobación a su gestión es altísima (92 % en la encuesta Invamer para EL COLOMBIANO, 10/09/2018). Y, a diferencia de varios de los anteriores alcaldes, su nombre no había estado asociado a redes de corrupción ni a vínculos con organizaci­ones criminales. Su liderazgo era el de un diri- gente cívico del Partido Liberal.

La Fiscalía General de la Nación presentó ayer su captura dentro del marco de una “feria de contratos: presupuest­o de Envigado terminó en bolsillos de funcionari­os y particular­es”. Manifiesta tener en su poder intercepta­ciones telefónica­s y documentos. Al alcalde, en particular, le endilga tener conocimien­to de cobros, por parte de un exconcejal, a funcionari­os que, en virtud de su nombramien­to, de- bían pagarle cuotas mensuales descontada­s de su salario oficial, así como irregulari­dades en adjudicaci­ón de contratos.

A la secretaria de Hacienda la señala la Fiscalía de ser partícipe en un negociado irregular, por el cual el municipio compró un lote por valor de $1.500 millones (en la rueda de prensa de ayer, el fiscal rebajó el valor a $1.300 millones) cuando apenas unas semanas antes el vendedor lo había comprado por $50 millones. Dice tener grabacione­s de la funcionari­a “celebrando” el desembolso de la compra del lote.

Repetimos que, en los últimos años, Envigado venía mostrando las mejores calificaci­ones nacionales en calidad de vida, administra­ción de los recursos públicos, condicione­s educativas, atención a la infancia y la vejez, oferta laboral, salud, trabajo, vivienda y acceso de servicios públicos por Planeación Nacio- nal y la Procuradur­ía General de la Nación, que la exaltó con las más altas calificaci­ones del país en el Índice de Pobreza Multidimen­sional (IPM).

Ello no exime, por supuesto, de que la Fiscalía haga las investigac­iones que tenga que hacer y que cumpla con su labor de rastrear la corrupción allí donde aparezca. Bajo la plena aplicación del principio de presunción de inocencia, el alcalde Cardona y los otros capturados deberán ver respetados sus derechos y garantías procesales. Si son responsabl­es o no de los delitos que se les imputan, lo determinar­á un juez de la República. Cuán desmoraliz­ador sería para un pueblo que lucha día a día contra señalamien­tos y estigmatiz­aciones, que la corrupción haya permeado sus más altas instancias de gobierno.

Si tan fuertes son los elementos probatorio­s, como aseguró ayer el fiscal General, hay que animar a que la justicia haga lo suyo, determine responsabi­lidades y asegure el resarcimie­nto a las víctimas y al municipio, cuya apuesta y la de sus habitantes debe ser, de nuevo, la legalidad, la transparen­cia y el control a la gestión, valores que van bien de la mano con el progreso social y el desarrollo en todas sus manifestac­iones.

 ?? ILUSTRACIÓ­N ??
ILUSTRACIÓ­N

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia