El mundo, con cifras históricas en gases de efecto invernadero.
Los gases de efecto invernadero lograron topes históricos. El mundo requiere de acciones inmediatas para frenar su avance.
Los gases de efecto invernadero por dióxido de carbono llegaron en 2017 a sus máximos niveles, al pasar de 403,3 partes por millón (ppm) en 2016, a 405.5 ppm el año pasado, lo que, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), se convierte en una “amenaza”, pues el calentamiento global, será más brutal de lo previsto.
Según el reporte, de no contrarrestarse se desencadenaría “el aumento del nivel del mar, la acidificación –generar ácidos– de los océanos y climas extremos”, lo que confirma lo planteado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien ha sostenido que es “una lucha que se está perdiendo”.
“Si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, y en particular de dióxido de carbono ( CO2), los cambios climáticos tendrán consecuencias irreversibles y más destructoras”, manifestó Petteri Taalas, secretario de la Organización Meteorológica Mundial.
¿Qué implica?
Desde septiembre, António Guterres, secretario general de la
ONU, ya había dejado ver su preocupación, sobre todo, “porque nos lo habían advertido”. Además, pidió “liderazgo de los científicos y empresarios” pues, para él, las herramientas para ser efectivos existen, “pero falta liderazgo y ambición”.
Por otra parte, Guterres destacó que lo peor de esta crisis tiene que ver con que los efectos ya se están viviendo y “los sienten los países y comunidades más pobres”, por lo que llamó la atención de todo el mundo para no bajar la guardia y actuar de verdad.
El presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), Hoesung Lee, agregó que se necesitarán reducciones efectivas, rápidas y pro-
fundas de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases en todos los sectores de la sociedad, dado que existe una “tendencia al alza continua en las concentraciones de gases, lo que subraya la urgencia de reducir estas emisiones”.
Jacobo Arango Mejía, investigador del Centro de Investigación de Agricultura Tropical (CIAT), uno de los tres colombianos que evaluará el cambio climático en el mundo con el IPCC, ha dicho que entre los retos que tiene Colombia en esta materia, está la reducción de emisiones en la ganadería, uno de los sectores en que se puede ayudar, pese a que solo “aporta menos del 1 % de emisiones de gases efecto invernadero”