Sigue tensión entre China y EE. UU.
El país asiático cobra 40 % de arancel a la importación de carros norteamericanos, 15 % más que a otros países.
El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, deploró ayer la ausencia de reformas chinas en materia de política comercial y amenazó con imponer aranceles a los vehículos provenientes del gigante asiático.
“China no ha venido a la mesa (de negociación) con propuestas destinadas a reformar significativamente” sus prácticas comerciales, dijo el representante de Comercio Robert Lighthizer en un comunicado.
También denunció los aranceles chinos de 40 % a los vehículos estadounidenses y dijo: “Es más que la tasa de 15 % que China impone a sus otros socios comerciales (...). Por orden del presidente examinaré todas las herramientas disponibles para igualar las tarifas aplicadas a los autos”.
Las importaciones de vehículos chinos en Estados Unidos representan de todos modos una parte marginal del total. Lighthizer recordó que el presidente estadounidense no cesa de denunciar la política comercial de Pekín “que representa un grave daño para las empresas y trabajadores estadounidenses”.
Estos planteamientos son hechos poco antes de que Trump se reúna con su homólogo chino, Xi Jinping, en Buenos Aires en el marco de la cumbre del G20 el fin de semana, donde hablarán de temas comerciales.
Con China, “el presidente estima que hay una buena oportunidad de llegar a un acuerdo”, había afirmado el martes Larry Kudlow, principal consejero del mandatario estadounidense, destacando que cualquier pacto estaría sujeto a ciertas condiciones, como la protección de la propiedad intelectual, el levantamiento de barreras arancelarias, entre otros (ver Paréntesis).
Crecimiento más lento
El crecimiento mundial podría haberse debilitado más de lo previsto debido a las tensiones comerciales, dijo ayer la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
“Los recientes datos económicos sugieren que los vientos en contra podrían haber ralentizado, más de lo que habíamos previsto, el ritmo” de crecimiento de la economía mundial, dijo en un blog del FMI: “De manera sorprendente, el crecimiento fue débil en el tercer trimestre en las economías emergentes, como China, así como en la Zona Euro”.
El mes pasado, el FMI rebajó su previsión de crecimiento mundial para 2018 y 2019 a 3,7% contra el 3,9% calculado antes. Lagarde subrayó además ayer que la falta de acuerdo sobre la ruptura de Gran Bretaña con la Unión Europea (Brexit) “podría erosionar más la confianza”.
En una nota publicada paralelamente a ese blog y apuntando a la Cumbre del G20 en Buenos Aires de esta semana, el FMI estimó que a corto plazo el crecimiento mundial podría reducirse en 0,75 % a consecuencia del aumento de las tensiones en el comercio mundial. El FMI estimó en octubre que el PIB mundial podría reducirse 0,8 % hacia 2020 contra 0,5 % que había sido estimado en julio debido a los conflictos comerciales