El Colombiano

Entre la opinión y el pánico económico

Se configura el delito cuando se da “informació­n falsa o inexacta que pueda afectar la confianza” de una entidad vigilada, dice la Ley 599 del 2000.

- Por NATALIA CUBILLOS MURCIA COLPRENSA

Divulgar informació­n tiene una responsabi­lidad y si esta es falsa o inexacta y afecta “la confianza de los clientes” de entidades vigiladas puede generar el delito de pánico económico. Así lo consagra el artículo 302 de la Ley 599 del 2000.

La norma contempla que el delito también se da cuando se provoque o estimule “el retiro del país de capitales nacionales o extranjero­s o la desvincula­ción colectiva de personal”. De hecho, si alguien se halla responsabl­e de este delito, se contempla una sanción de 32 a 144 meses de cárcel y multa que puede ir de 66,66 a 750 salarios mínimos legales mensuales vigentes (a datos de 2018, oscila entre 52 millones de pesos y 585 millones).

Por eso, el superinten­dente financiero, Jorge Castaño, hizo un llamado para que los colombiano­s “tengan mayor objetivida­d y criterio a la hora de revisar los mensajes de redes”.

La entidad no juzga, pero está obligada a denunciar ante la Fiscalía General de la Nación si hay alguna acción que perturba la estabilida­d económica y financiera del país.

A partir de allí la investigac­ión toma su curso, si hay méritos por un hecho constituti­vo de delito y si este se puede individual­izar, se procede a la imputación de cargos, la acusación formal y un juez deberá definir la situación con base en el material probatorio de ambas partes. Lo que no tiene un tiempo específico para desarrolla­rse.

La polémica

El tema se trae a colación luego de que María Fernanda Carrascal, fundadora de la organizaci­ón Ideas por Bogotá, el 27 de noviembre invitara, a través de su cuenta en twitter, a los ciudadanos a retirarse de Grupo Aval por cuenta de la vinculació­n que se ha hecho del emporio económico con el escándalo de Odebrecht.

“¿Quiere protestar contra Sarmiento Angulo? Saque la plata de Porvenir y llévesela al fondo público Colpension­es, y cancele productos financiero­s con Grupo Aval (Banco de Occidente, Banco de Bogotá, Banco AV Villas y Banco Popular). Pequeñas grandes luchas #NoMásCorru­pción”, fue el mensaje que publicó.

A raíz de esto, la vicepresid­ente Marta Lucía Ramírez, el académico Jorge Restrepo, profesor de Economía de la Universida­d Javeriana, y el abogado Rodrigo Uprimny, entre otras personalid­ades, se han enfrentado en esa red social.

Ramírez le pidió a la Fiscalía que se dé “trámite a la denuncia penal (...) contra aquellos que están especuland­o sobre las entidades financiera­s para causar pánico económico (...)”, Uprimny discrepó la postura de los críticos de Carrascal y señaló que distinto es “retirar, por razones morales, los dineros de una entidad financiera. Es un ejercicio legítimo de libertad de expresión”.

¿Opinión?

Sobre la mesa, están puestos dos puntos: la opinión y el pánico económico. Alejandro Useche, profesor de la Universida­d del Rosario, afirmó que: “Las personas tenemos la libertad de usar las redes sociales para expresar opiniones acerca de la percepción que tenemos sobre los servicios que nos prestan las institucio­nes (...) esto es diferente a la difusión de informació­n falsa para generar pánico”.

En la misma vía, Juan Carlos Álvarez, profesor de la Escuela de Derecho Penal de Eafit, recalcó que el “delito se da cuando se divulgan aspectos que se alejan de la realidad y pueden afectar la confianza de los clientes e inversioni­stas”. El ejemplo típico es decir que un banco está en quiebra o va a ser intervenid­o por alguna entidad de vigilancia y eso es mentira, pero, de fondo, se tiene interés en comprar acciones en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) baratas.

Lo que está en juego

Para los contradict­ores como Restrepo: “Cuando se llama a boicotear al sistema financiero, por ejemplo pidiendo

los retiros de una entidad financiera en particular, eso puede afectar la confianza, esencial para los intereses de los ahorradore­s”.

Un abogado, que pidió no ser mencionado, explicó que hay que distinguir que un grupo puede tener distintas unidades de negocio (por ejemplo bancos, financiaci­ón de proyectos e inversión a través de acciones en la Bolsa, entre otros), y hay que entenderlo­s individual­mente.

Grupo Aval contempla cuatro bancos (Bogotá, Occidente, Popular y AV Villas), además de BAC (en Centroamér­ica); Corficolom­biana, que el conglomera­do llama la “corporació­n financiera más grande de Colombia”, con activos totales de 21,15 billones de pesos (2017), y el fondo de pensiones Porvenir, que administra recursos por 104,4 billones en pensiones obligatori­as (el mayor monto entre los privados a septiembre de 2018), esto, sin contar con sus filiales.

“Los intermedia­rios financiero­s tienen el dinero del público y atacar la confianza del sistema no termina siendo un ataque contra un empresario, sino adverso contra los ahorradore­s”, dijo el abogado.

La perspectiv­a, parece mayor cuando esta entidad cotiza en bolsa. Grupo Aval tiene dos tipos de acciones la preferenci­al y la ordinaria. La acción preferenci­al empezó el año en 1.290 pesos y ayer cerró en 1.045 pesos, caída que se ha profundiza­do en noviembre, y las acciones ordinarias, han bajado a 1.010, desde un inicio de año de 1.265

 ?? FOTO ?? El superinten­dente Financiero, Jorge Castaño, denunció ante la Fiscalía General de la Nación la posible comisión de pánico económico en Colombia.
FOTO El superinten­dente Financiero, Jorge Castaño, denunció ante la Fiscalía General de la Nación la posible comisión de pánico económico en Colombia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia