“Lo hecho por Caterine es ya extraordinario”
Así lo cree el dirigente Julio Roberto Gómez ante la actuación de la paisa en 2018, aspirante hoy a Mejor Atleta del año.
Quién iba a pensar que la mujer que estuvo a punto de retirarse del deporte de alta competencia en 2017, hoy podría ser distinguida como la Mejor Atleta del mundo en 2018.
“Estar entre las finalistas es un paso muy grande”, dijo ayer a EFE Caterine Ibargüen, quien por esta época, el año pasado, encerrada en su casa en Apartadó y con el amparo de los seres que la vieron crecer, entre ellos su abuela Oyola Rivas, se encontraba en una encrucijada: seguir o abandonar la actividad que le ha dado tantas alegrías a Colombia.
No pesaba tanto la lesión en el tendón de Aquiles que la aquejaba, sino el dolor de las críticas del público por terminar subcampeona mundial en Londres, era lo que tenía contra las cuerdas a la mujer que es la actual campeona olímpica del salto triple.
Después de llenarse de valor para superar esas adversidades, Ibargüen, de 34 años, es fuerte candidata a quedarse con la distinción que otorga la Federación Internacional de Atletismo -Iaaf-.
En Mónaco, donde se realizará la ceremonia, Ibargüen aspira al galardón por quinta vez en su carrera (2013, 2014, 2015 y 2016). El viaje que emprendió ayer rumbo a territorio francés es un buen pálpito.
La colombiana tiene firmes argumentos para luchar
contra las otras cuatro destacadas finalistas.
Logró un hito al convertirse en la primera deportista que alcanza dos títulos en la misma edición de la Liga de Diamante. Con solo 24 horas de diferencia se consagró primero en triple, su especialidad, y luego en longitud.
Además fue campeona en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla, y
su brillante temporada la cerró con otros dos triunfos en las disciplinas señaladas en República Checa durante la Copa de Naciones, antes conocida como Copa Mundo. Con ocho victorias en triple, terminó invicta este año.
Una decisión complicada
Julio Roberto Gómez, miembro de la Comisión Técnica de la Federación Internacional de Atletismo, indica que determinar quién tiene ventaja sobre alguna deportista es complicado debido al gran currículum que poseen.
Sostiene que más allá del resultado final, hay que sacar pecho y aplaudir el papel realizado por Caterine.
“La performance de Ibargüen es admirable. Indiferente del veredicto, lo hecho por ella es ya extraordinario. Pocas veces a nivel mundial se puede ser primero en dos pruebas que, si bien tienen semejanzas, son diferentes en el aspecto técnico. La grandeza de esa gesta la hace ser finalista”.
El dirigente señala que Caterine aún tiene mucho para dar, y que su edad es simplemente el reflejo de lo que ha sido su profesionalismo en el deporte, más allá de los percances físicos.
“Los grandes atletas, cuando tienen este nivel y regularidad en una edad madura, muestran que su pasado ha sido limpio, bien llevado, con un estilo de vida para ponderar”, añade el dirigente.
“Hay atletas de gran excelencia y estar entre ellas es un placer. Años atrás ya estuve entre las diez, hoy estoy entre las cinco debido a que mi país me respaldó con un sinnúmero de votos. Mi único objetivo es disfrutar del día de mañana -hoy- y demostrarle al mundo de qué estamos hechos los colombianos, de alegría y de orgullo por conseguir triunfos como el que Dios me da de estar aquí”, dijo Caterine