Adiós sencillo, a pedido propio
Sin el protocolo de un funeral de Estado, a las honras fúnebres de Belisario asiste gran parte de la dirigencia colombiana.
Las exequias del presidente Belisario Betancur Cuartas, fallecido en la tarde de este viernes, dieron inicio sobre las 10:00 a.m. de ayer, en la Academia Colombiana de la Lengua donde se cumple su velación.
Reconocido por su aporte a las letras, el mandatario fue miembro académico honorario de esta institución colombiana fundada en 1871, razón por la cual él mismo tomó la decisión de realizar sus honras allí. A las 9:30 a.m. arribó el coche fúnebre a este lugar ubicado a pocas calles de la Casa de Nariño, en el centro de Bogotá.
Según se conoció, el propio Belisario dejó escrita, de manera clara y detallada, la forma cómo quería que fuera su servicio fúnebre.
Con la procesión llegaron sus familiares encabezados por su segunda esposa Dalita Navarro. Su féretro fue conducido por sus nietos hasta el salón ‘Paraninfo’ del recinto.
Sobre las 10: 45 de la mañana empezó la llegada de miembros del Gobierno Nacional para rendir tributo, encabezados por el presidente Iván Duque.
“Fue un hombre hecho a pulso y que siempre obró con profundo patriotismo en todas sus acciones”, expresó el jefe de Estado.
El primero de los miembros del gabinete en arribar fue el ministro de Defensa, Guillermo Botero, quien lo hizo pocos minutos después que el presidente.
A mediodía hizo su llegada el expresidente Juan Manuel Santos, quien exaltó la vida de Belisario, a quien describió como “gran amigo” suyo y “un gran consejero desinteresado” durante el proceso de paz con las Farc.
A las honras fúnebres han acudido otras personalidades colombianas como el científico Manuel Elkin Patarroyo; el presidente del Consejo de Estado Germán Bula; el líder indígena Lorenzo Muelas y el exministro de Hacienda Rudolf Hommes.
La Academia Colombiana de la Lengua estuvo abierta al público hasta la noche de ayer. Se prevé que sobre la 1:00 p.m. de hoy, domingo, se realice un servicio religioso en su memoria en el Gimnasio Moderno de Bogotá y luego, acorde a sus deseos, su sepelio se llevará a cabo en el cementerio Jardines del Recuerdo, localizado en el norte de Bogotá.
Dentro de sus requerimientos hechos en vida, Belisario enfatizó en que no quería un funeral de Estado, que se hace tradicionalmente en el Congreso de la República, descartando el despliegue protocolario y mediático que normalmente tienen estos acontecimientos. Sin embargo, el Gobierno Nacional decretó el duelo nacional por tres días, durante los cuales se iza el Pabellón Nacional a media asta en todos los edificios públicos y embajadas. Lo mismo había hecho la Gobernación de Antioquia, con un decreto en los mismos términos.
Conforme se ha conocido la noticia de su fallecimiento, del extranjero empezaron a llegar las condolencias. Una de las primeras fue la del Gobierno de Estados Unidos. Por intermedio de su embajador en Colombia, Kevin Whitaker, expresó que “era amigo de los Estados Unidos, y nos conoció bien. Visitó los EE.UU. en 1985, esa vez como presidente de la República. Comparto las palabras del presidente Ronald Reagan en esa ocasión: los colombianos tienen suerte de tener un líder visionario, con coraje y compasión. Así será recordado”.
Probablemente, el país al que era más cercano fue España, en donde estuvo como embajador del 75 al 77. Recibió la nacionalidad en 2012.
Felipe González, expresidente del Gobierno español en los años en los que Belisario gobernaba Colombia y amigo personal suyo también hizo llegar sus condolencias, recordando que fueron cercanos durante 45 años y que lo acompañó “en su empeño por conseguir la paz en su país”.
González se refiere a él como “el presidente de Colombia más querido” y agrega que “gobernamos juntos a partir de 1982”. En su nota de condolencias remarcó que siente la muerte de Belisario como algo personal y por ello tiene la cabeza “llena de tantos recuerdos compartidos. Comparto el dolor de su familia”, concluye el mensaje
Todos debemos reflexionar sobre el legado del presidente Belisario Betancur”.