Guerrero, hombre de paz y un consejero
“Si tuviera que definir en una frase el rasgo más destacado y característico de Belisario Betancur como estadista y como gobernante, diría que fue un hombre de paz, al que paradójicamente las circunstancias obligaron muchas veces a vestir la armadura del guerrero. Tuvo con mi padre una relación política de altibajos. Compañeros de generación y de partido, hijos ambos de la fértil provincia colombiana y del Frente Nacional que los hizo inmunes al sectarismo partidista. La dinámica política los llevó, casi que inevitablemente, a disputarse la presidencia de la República y el favor del partido Conservador. Pero años después, mi padre, ya expresidente y jefe del Partido, apoyó con decisión y firmeza la candidatura presidencial del doctor Betancur, que con las banderas del “Movimiento Nacional” ganó las elecciones de 1982. Y el país sabe que sin apartarse un milímetro de la Constitución, como mandatario fue leal y generoso con su partido conservador. Personalmente, guardo del señor expresidente los más gratos recuerdos. En alguna ocasión me ofreció la alcaldía de Bogotá, ofrecimiento del que me sentí muy honrado y que comprometió para siempre mi gratitud con el presidente, pero que finalmente no acepté, pues había decidido que lucharía por el cargo cuando se aprobara la elección popular de alcaldes, que se dio unos años después. Y cuando fui candidato a la presidencia y luego como presidente, siempre conté con su respaldo y con su consejo valioso y sabio. Que descanse en paz, señor presidente. Hoy su nombre ha sido inscrito para siempre en la historia de Colombia”.
ANDRÉS PASTRANA ARANGO Expresidente de Colombia 1998-2002