Humedal Ditaires podría ser una zona ambiental protegida.
Área Metropolitana ultima detalles para preservar el sitio de 12,2 hectáreas de naturaleza.
Atan solo 10 minutos en carro del parque de Itagüí, al sur del Valle de Aburrá, se encuentra el humedal de Ditaires que ya está en proceso de declaratoria como nueva área protegida urbana.
Este corredor ambiental abarca un área de 12,24 hectáreas y se encuentra en la última fase del proceso que se espera determine su protección.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva) fue la entidad encargada de realizar la convocatoria pública para contratar la consultoría ambiental de la zona. En el caso del humedal, el contrato se adjudicó a una organización científica llamada Ecoyaco.
Según Víctor Piedrahita, subsecretario de Planeación del Amva, el contratista debe entregar un diagnóstico y un Plan de Manejo en el transcurso de los próximos 20 días.
Estos documentos luego deben ser enviados al instituto Humboldt (entidad que investiga la biodiversidad) y recibir un visto bueno.
“Tras ese aval procederíamos con la declaratoria pública del área protegida. Aproximadamente dos meses tarda-
ría todo el proceso”, explicó el subsecretario.
La proyección urbanística, el vertimiento de aguas negras y las basuras son las principales amenazas a las que se expone el ecosistema.
“Ninguna modificación del Plan de Ordenamiento Territorial ni ningún cambio de administración podrá alterar el territorio”, dijo Piedrahita.
El sitio es de libre acceso y, bosque adentro, se puede caminar sobre un grueso colchón de hojas de palma secas, además de experimentar la pureza del aire.
Riqueza natural
“Se han descubierto en el humedal de Ditaires 71 especies de aves, 6 de mamíferos, 2 de anfibios y 175 de flora”, afirmó Arturo Guarín, subsecretario de Medio Ambiente de Itagüí.
Además, el funcionario resaltó que la declaratoria no solo representaría un beneficio para su municipio, sino para otras comunidades debi- do a su ubicación estratégica.
“En la zona confluyen dos microcuencas, La Sardina y La Muñoz, las cuales nacen en el alto El Romeral, del municipio de La Estrella”, dijo Guarín.
Adicionalmente, el corredor ambiental linda con el corregimiento de San Antonio de Prado, perteneciente a la ciudad de Medellín.
Roberto Romaña, miembro del equipo de Silvicultura de la dependencia medioambiental de Itaguí, apunta que incluso hay “especies escasas de árboles y palmas que ofrecen mayor riqueza forestal”.
Biodiversidad que perdura
A pesar de que en la zona se desarrollarán proyectos y actividades con miras a convertir el espacio en un aula ambiental para la gente, los ecosistemas serán los principales beneficiados.
Para Andrés Botero Posada, ingeniero forestal de la Universidad Nacional, la protección de la zona es una gran noticia para la fauna local, especialmente para las aves, que encuentran allí una fuente de refugio y alimento durante sus recorridos.
“Es un corredor biológico transitorio, donde las especies pueden detenerse a descansar y luego continuar sus migraciones”, explicó Botero