¿Qué le dio impulso a la inflación?
Para el primer mes del año la inflación nacional fue 0,60 %. El Dane estrenó metodología.
Mientras el indicador nacional en enero fue 0,60 %, en Medellín el registro estuvo por encima: 0,76 %. Para la medición, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) estrenó metodología. Análisis.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) o inflación en enero sorprendió a los analistas económicos, pues el indicador fue ligeramente inferior al esperado. La cifra revelada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) fue 0,60 %, mientras que el mercado proyectó un 0,66 %.
Aunque la medición nacional fue la más baja para el primer mes del año (desde 2015 cuando se ubicó en 0,64), en Medellín y el área metropolitana el llamado costo de vida estuvo por encima de ese promedio ubicándose en 0,76 %, y fue el tercero más alto luego de Barranquilla (0,90 %) y Popayán (0,86 %).
Por grupos de gasto, las mayores variaciones en el Valle de Aburrá se observaron en información y comunicación (que recoge la compra de equipos para la comunicación y los servicios de comunicación fija y móvil), transporte (que incluye la adquisición de vehículos y el transporte escolar) y alimentos (ver gráfico).
Llamó la atención que el gasto educativo registrara una variación de 0 %, comportamiento que el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, atribuyó a que en la nueva metodología solo se incluye el pago de matrículas y se excluyen transporte y vestuario escolar, por lo que este rubro se moverá, principalmente, en febrero y agosto.
Los cambios
En diálogo con EL COLOMBIANO, Oviedo precisó que el nuevo método para medir la inflación busca actualizar la canasta de bienes y servicios representativos que adquieren los hogares del país.
Tras la Encuesta de Presupuesto de los Hogares, realizada entre 2016 y 2017, se obtuvo la información para conformar la nueva canasta, lo que sirvió para excluir artículos como los fósforos e incluir otros como los encendedores.
“Así, pasamos de 441 a 443 artículos que nos permiten tener la variación de los precios de bienes y servicios que están dentro de los patrones de consumo de los colombianos”, añadió el funcionario, quien también resaltó que la medición se extendió de 24 a 38 ciudades del país.
¿Pero, ampliar el área de cobertura y la canasta de bienes y servicios conllevará a que el resultado del indicador sea menor frente al que se obtenía con el método anterior? El director del Dane reconoce que esta modificación suscita inquietudes sobre el interés político de hacer el cambio.
“Lo que yo creo es que más allá de cualquier insinuación de que esto sesgará a la baja la inflación, lo que nos va a dar es la oportunidad de reconocer cómo en las diferentes zonas del país es el impacto de la
variación de los precios sobre los patrones de consumo de los colombianos”, comentó.
No obstante, para los investigadores económicos del Grupo Bancolombia la inclusión de ciudades de un tamaño relativamente bajo en ingresos y gastos (Inírida, Puerto Carreño, Leticia, Mitú, San José del Guaviare, Mocoa, Tumaco, entre otras) debería traer consigo una presión bajista sobre la medición, dado que esta suele ser una característica de estos mercados.
A su turno, los analistas económicos del Banco Itaú la
nueva canasta del IPC incorporó cambios que limitan la comparación histórica. La cantidad de grupos de gasto aumentó a doce (desde nueve), y hay una menor ponderación para alimentos y transporte, mientras que la ponderación de vivienda aumentó desde un 30 % a 33 %.
En ese sentido desde Bancolombia se explica que la inclusión de los hogares unipersonales en la medición del IPC se manifiesta, justamente, en aspectos como la reducción en la participación que tienen los alimentos en el ho- gar y por el contrario una mayor ponderación de los gastos en restaurantes, arriendos y servicios públicos.
Desde la firma comisionista de Casa de Bolsa se indica que aunque todavía no se conoce si habrá algún cambio en las medidas de inflación básica, ni en la clasificación de la inflación de transables, no transables y regulados utilizada por el Banco de la República para hacer seguimiento a la inflación, los resultados sugieren bajas presiones sobre los precios por el lado de la demanda, lo cual es consistente con una economía que se encuentra por debajo de su capacidad potencial (ver Glosario)