El Gobierno se la juega con su estrategia de seguridad y defensa
La nueva política del Ejecutivo se convirtió en orden para la Fuerza Pública colombiana.
“Es una política que recoge lo mejor de la Seguridad Democrática, la actualiza con algunos conceptos del Gobierno de Juan Manuel Santos y la pone a tono alineado con Estados Unidos”. Así describió el coronel (r) Jhon Marulanda la política de Defensa y Seguridad presentada ayer por el presidente Iván Duque.
El documento consta principalmente de cinco pilares con los que el Ejecutivo busca responder a las amenazas y los retos en materia de seguridad y protección para los colombianos (ver para saber más)
Las amenazas son claras: en el interior están el narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión y el contrabando, ejecutados por organizaciones criminales nacionales y transnacionales o terroristas. Y hacia afuera las amenazas son los intereses de potencias extra hemisféricas como China y Rusia y la inestabilidad de países vecinos como Venezuela y Nicaragua.
Los recursos naturales
Por primera vez para un Gobierno, la protección del medio ambiente está incluida en la política de Defensa y Seguridad. Por ejemplo, hace referencia a la clasificación del agua, la biodiversidad y el medio ambiente como de interés nacional principal y prevalente, que se convierte en un asunto de seguridad frente a la acción depredatoria del narcotráfico, la minería ilegal
y la deforestación.
De acuerdo con el general (r) Rafael Colón, “la protección del medio ambiente es un asunto vital para los colombianos. Es necesario que los medios y las capacidades de las Fuerzas Armadas se pongan en función de preservar los ecosistemas, combatir la minería ilegal, preservar los bosques y páramos, eso le da un valor estratégico a la política de seguridad y va en beneficio de todos nosotros”.
La construcción de paz
“Esta política concibe la disuasión como un mecanismo efectivo para la consolidación de la paz”, expresó el Jefe del Estado colombiano ante la cúpula militar que lo acompañó en el fuerte de Tolemaida.
Este plan “está diseñado para restablecer el principio de autoridad y transitar del control militar y policial al control institucional del territorio, protege a todos los habitantes de Colombia y se articula con las políticas que el Gobierno Nacional adelanta”, dijeron desde el Ministerio de Defensa.
Para Marulanda, el texto cuenta con un excelente diseño para aclimatar la paz y el desarrollo en regiones típicamente afectadas por el conflicto, “yo quiero ver cómo funciona eso en Arauca, Nariño y Putumayo. Saber si se logrará hacer en corto tiempo lo que quieren hacer”.
El derrotero adoptado por el Gobierno descarta, además, los “cese el fuego bilaterales”, una de las condiciones que se han presentado en las posibles negociaciones de paz con los grupos guerrilleros, por considerarlos que va en contravía de la obligación constitucional de proteger a la ciudadanía. Además, pone dos líneas rojas: concentrar toda la estructura armada en espacios geográficos delimitados y cesar todo tipo de actividad criminal.
Al respecto, el general Colón, opinó que “es una medida estricta, que va en dirección a la posición firme que tiene este gobierno de no dar su brazo a torcer a las pretensiones del terrorismo del Eln”