Las sorpresas que trajo el bajo nivel del río Cauca
Pobladores de las riberas no salen de su asombro por cambios en el caudal. EPM trabaja para disminuir el impacto ambiental.
“Salen 30 metros cúbicos por segundo y afluentes aportan poco. Eso hace que en Puerto Valdivia haya caudales de 60 metros cúbicos por segundo”. RICARDO LOZANO Ministro de Ambiente
Ayer, tan pronto como la luz del día se coló por la ventana, Esneider Balvuena saltó de su cama y salió a ver cómo había amanecido su vecino: el río Cauca. En 27 años de vida, todos transcurridos en el corregimiento de Puerto Valdivia (Norte antioqueño), el muchacho nunca lo había visto tan cristalino ni el nivel del agua tan bajo.
Desde la carretera el viejo Luis Gonzalo Barrera, “Cantaliel”, lo saludó y con un grito lo retó a pasarse nadando el Cauca, algo que en esta tierra solo está reservado para los de mejores pulmones. Dos minutos después, Esneider estaba cruzando el río sin esfuerzo, mientras el anciano recogía peces muertos de la orilla.
A la mitad del camino, algo frío y duro rozó el pie de Esneider. En condiciones normales hubiera temido por su vida, pero hoy –el día más inusual de su existencia– pudo mirar a través del agua y comprobar que acababa de “sacarse la lotería”: justo debajo de él estaba un Jhonson (como llaman aquí a las embarcaciones) hecho de metal y perdido desde hace cuatro años.
“Si lo saco es mío, y me va a servir para buscar arena más lejos y venderla para sostener a mis dos hijos. Vale unos seis millones de pesos. Tiene hasta el motor, pero ese debe estar ya malo. Yo creo que puedo conseguir un motor de segunda en cinco millones de pesos y ahí sí ganar más plata”, contó mientras coordinaba con un amigo el
alquiler de una máquina para remover la barcaza del fondo.
40 kilómetros más abajo, en el corregimiento Puerto Antioquia (Tarazá, Bajo Cauca) a Jhon Said Serna le dolían los pulmones. No estaba enfermo, era que nunca en sus 57 años había suspirado tanto.
El río Cauca, que siempre fue el sustento de este poblado lleno de barequeros y pescadores, se había reducido a un pequeño riachuelo. En los casi dos kilómetros de playa que dejó, encontró decenas de bocachicos y otros peces pequeños y medianos, y los recogió en medio de lágrimas.
“Esta es la época de subienda. Podríamos estar sacando hasta 200 mil pesos diarios de pescado, pero ya no hay agua y seguramente el próximo año tampoco, porque mire las crías de los peces atrapadas en estos charquitos”, dijo.
Según EPM, desde la represa de Hidroituango están saliendo apenas unos 60 metros cúbicos de agua del Cauca por segundo, cuando el caudal suele estar entre 400 y 500 m3/s para esta época. La situación se mantendrá así hasta mañana, cuando se estima que el agua represada llegue a la cota 402 del embalse y empiece a salir por el vertedero.
EPM reportó que entre el martes y miércoles, las 873 personas –entre biólogos y pescadores– que conformaban la cuadrilla ambiental lograron rescatar y devolver al río 137.028 peces. Además, encontraron 34.291 individuos muertos en las orillas y playas.
El ministro de Ambiente, Ricardo Lozano destacó que las quebradas y ríos ubicados aguas abajo del proyecto están aportando poca agua y por eso, aún hasta Caucasia, el paisaje de río pequeño y con muchas playas es la constante, totalmente diferente a lo que ha sido el Cauca.