El futuro en estas películas era 2019, ¿acertaron?
Hace 30 años, en algunos filmes, se pintó como el momento de los carros voladores y humanoides con Inteligencia Artificial.
Hubo escritores a quienes les encantó imaginarse el futuro, uno de ellos fue Philip K. Dick. El novelista estadounidense de ciencia ficción hizo decenas de textos con planetas contaminados, ovejas eléctricas, androides, luchas y caos. Una visión turbulenta que muchos no quisieran que se hiciera realidad.
Aquello que pensó Dick le dio ideas a creativos del cine que llevaron algunos de los relatos del escritor a la pantalla grande o se basaron en ellos; así surgieron títulos como Asesinos cibernéticos, Blade Runner, Total Recall, Minority Report y Paycheck, filmes que le mostraron el futuro a quienes no han leído sobre él.
Las películas de estas temáticas dieron cuenta de distopías, según el docente de cine fantástico de la Universidad Pontificia Bolivariana César Leguizamón, porque deben tener éxito y este se consigue, sobre todo, cuando las historias que se cuentan no muestran un futuro perfecto, si es así, es posible que sea aburrido para el espectador.
“La ciencia ficción es un género catastrófico”, opina el profesor investigador de la Universidad de la Sabana y Phd en comunicación Jerónimo León Rivera Betancur. Para él, es muy raro encontrar un producto ci- nematográfico perteneciente a esa temática que sea alegre, pues en general busca llamar la atención en el presente sobre lo que podría ser el futuro.
Estas producciones han sido apocalípticas, de historias indeseables y especulativas, aunque también han acertado en lo que presentaron como parte de sus universos narrativos.
Investigadores de la Universidad de Hawaii, entre los que está Philipp Jordan, realizaron un estudio, en 2018, llamado
Exploring the Referral and Usage of Science-Fiction in HCI Literature (Explorando la referencia y el uso de Ciencia-ficción en la literatura de HCI).
En ella diagnosticaron que “existen numerosos ejemplos de productos, dispositivos y sistemas interactivos en el mundo real cuyo origen se remonta a la ciencia ficción. Desde el reloj de pulsera utilizado por el detective ficticio Dick Tracy hasta los comunicadores de Star Trek, que son anteriores a los teléfonos móviles. De la videoconferencia y la desobediente Inteligencia Artificial (IA), como se muestra en Odisea al Espacio (2001), a los videoteléfonos y robots de Fritz Lang en 1927.
Todo eso que describe Jordan existe ahora, sin embargo, las películas también han mostrado tecnologías que aún no
son realidad: los carros voladores son ejemplo, aunque hay avances en ello.
Estamos en el futuro
En 1980, 2019 parecía aún lejano para los directores de cine del género Sci-Fi (ciencia ficción), casi 40 años los separaba de ese periodo que para ellos significaba el futuro. Para imaginárselo hay que vivir el presente, expresa el profesor Rivera.
Por esa razón, asegura el docente investigador de la Sabana, el futuro cambia a medida que se transforma el presente. El que visualizaron en los 80, pensado en contexto de la guerra fría, no es el mismo que advirtieron en los 90, cuando el concepto de estas películas fue de introspección, y que revivió la tensión entre máquina y humano, indica Jerónimo Rivera.
El género en el que se enmarcan estas películas (ver recuadros) está cruzado por la ciencia, por eso no es gratuito que haga parte de su nombre. La relación de Sci-Fi con la realidad es fuerte, explica el Phd, no es fantasía y por esa razón se imagina lo posible, lo que podría ocurrir. La ciencia ficción se anticipa, revisa el futuro. Así fue 2019 de acuerdo con estas tres películas y un libro