PARECE UN PARAÍSO, PERO NO
Una lotería que los lleve a la isla, eso esperan ganarse los habitantes de un mundo creado después de que el planeta aparentemente quedó destruido por la contaminación y La Isla es el único lugar posible de habitar, una especie de paraíso. Sin embargo, un par de habitantes del complejo –Lincoln Six Echo y Jordan Two Delta– se enteran de que son réplicas de personas del mundo real (que no está destruido) y que la Isla no existe, solo es una forma de sacarlos engañados de su hábitat cuando los seres desde los que son clonados necesiten, por ejemplo, el transplante de algún órgano. Sus protagonistas –Lincoln y Jordan– tratarán de escapar de ese mundo porque su anhelo es vivir. Esa trama de la película dirigida por Michael Bay y estrenada hace 14 años (en 2005), sucede en 2019. El mundo que se presenta en el filme, en general, es muy similar al actual, los desarrollos tecnológicos que exhibe son pocos, por ejemplo, una moto voladora que Lincoln Six Echo desconoce, pero aún así manifiesta quererla cuando la ve en la ciudad por primera vez. La producción se centra en el tema de la clonación, algo que, por ahora, ningún sistema legal en el mundo permite si esta se realiza con fines reproductivos. El artículo Clonación humana y otros con
flictos éticos en La isla, publicado por la Revista de Medicina y Cine de la Universidad de Salamanca en 2009, señala que “actualmente es técnicamente posible clonar un ser humano por medio de transferencia nuclear, que consiste en reemplazar el núcleo de un óvulo con el núcleo de una célula adulta (por ejemplo, de la piel) del individuo que se va a clonar. Las células del blastocisto o embrión así obtenidas (células madre embrionarias) pueden usarse para investigación y en terapia regenerativa (la llamada clonación terapéutica)”. Ese panorama no ha cambiado, sin embargo, esa técnica de reemplazar el núcleo de un óvulo no es exactamente clonación, dice un experto en transgénesis animal llamado Lluís Montoliu, investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el Centro Nacional de Biotecnología, consultado por el biólogo y divulgador científico
Santiago Campillo para el portal especializado en tecnología Xataca. El experto manifiesta que “teniendo en cuenta que el 98 % del material genético de la célula está ahí, nos dejamos un 2 % aproximadamente en el citoplasma, en las mitocondrias, por lo que
stricto sensu no deberíamos estar hablando de clonación”. Así es que por ahora no pasará lo que La Isla contó: encontrarse en la calle con una copia idéntica.