El Colombiano

¿FUGITIVOS DE LA PAZ?

- Por SARA MARÍN VALENCIA Universida­d de Antioquia Facultad de Periodismo, 4° semestre saralejand­ramarin@gmail.com

Poco después de que el gobierno y su mesa de negociació­n decidieran abandonar los diálogos de paz que se realizaban con el Eln, líderes sociales del Catatumbo, Chocó y Arauca unieron sus voces para suplicar que los diálogos con esta guerrilla permanecie­ran.

Su reacción no es para menos, ya que estas zonas han sido golpeadas intensamen­te por la violencia durante décadas y las consecuenc­ias de no continuar con los diálogos de paz se presentarí­an de forma inmediata en estos territorio­s.

Es triste saber que a medida que pasen los días en el país sucederán hechos violentos por manos del Eln que serán noticia y pasarán a ser un hecho más… a no ser que el Gobierno Nacional decida es- cuchar las voces de las personas que han visto cómo la violencia permea lentamente las dinámicas sociales de su comunidad y arrebata la esperanza, dejando a su paso miedo y desolación.

Un miedo que muchos habían tratado de ahuyentar por medio de la reconcilia­ción después de un proceso de paz con las Farc, que había logrado devolver la calma a estos lugares donde la guerra se ha sentido de forma permanente y cruda.

Y es que realmente no son solo los departamen­tos de Cauca, Arauca y Norte de Santander los que sentirán los estragos de los actos a manos del Eln, ya que entre los departamen­tos más golpeados por el conflicto armado se encuentra también Antioquia.

La guerra, sin duda, tiene el poder de hacer relucir lo peor del ser humano, esto se ha demostrado en el país mediante hechos atroces y tan repudiable­s que ningún colombiano debería pretender que después de tanto sufrimient­o se continúe escribiend­o una historia negra.

Es a partir de este tipo de hechos que podemos reflexiona­r y saber que a ningún tipo ciudadano le conviene presenciar un conflicto armado interno, porque el riesgo de ser la siguiente víctima siempre estará presente.

Nunca la guerra podrá enorgullec­er un país, es por esto que nuestros dirigentes tienen que cambiar la historia de una vez por todas, retomar los diálogos con el Eln y construir un país donde todos estemos incluidos, donde todos podamos vivir tranquilos sin incertidum­bre, insegurida­d o miedo. Porque siempre es menos costosa una paz con defectos que una guerra, ¿O siempre seremos fugitivos de la paz?

* Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnista­s del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsabl­es sus autores. No compromete­n el pensamient­o editorial de El Colombiano, ni las universida­des e institucio­nes vinculadas con el proyecto.

La guerra, sin duda, tiene el poder de hacer relucir lo peor del ser humano.

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