¡EL DIÁLOGO ES LA VÍA!
En nuestro país, el diálogo social no ha sido la regla sino más bien la excepción.
La verdadera paz está en construir grandes consensos que redefinan la nueva agenda nacional, producto de acuerdos y pactos que nos comprometan a todos: Estado, empresarios, trabajadores, sociedad. No se pueden buscar atajos, ni tolerar la mermelada, ni volver a la época de la violencia. La filosofía del Plan de Desarrollo del presidente Duque apunta en esa dirección. Las agendas binarias y polarizadoras son la antítesis del propósito real que encierra el diálogo social.
Existen ejemplos de diálogo social fructífero y exitoso. Con la transición de la dictadura a la democracia, en Chile se crearon mesas de trabajo que dieron paso a profundos cambios en los sistemas de pensiones, salud, educación y el poder judicial. En España, fueron plasmados en el Pacto de La Moncloa. Se crearon partidos, sindicatos y se acordó en la Constitución de 1978 una estructura de derechos y libertades mínimas.
Todas esas experiencias señalan un común denominador: la necesidad de consolidar y poner en marcha el diálogo para lograr acuerdos amplios a mediano y largo plazo. En nuestro contexto, equivale a una herramienta de desarrollo de la Constitución Política de 1991 y, más concretamente, de la fórmula del Estado social de derecho basado en la participación ciudadana.
Por ello, con el propósito de promover un pacto de Estado que acoja el diálogo social como la vía por la que transite el interés general y facilite el encuentro entre contradictores, la Procuraduría viene convocando a líderes de sectores sociales, empresariales, políticos, académicos e institucionales en un ejercicio que hemos llamado Cumbre sobre Diálogo Social: Una oportunidad para todos. El primer encuentro terminó con la Declaración de Cerrito, Valle (2018) encaminada a posicionar el diálogo social como herramienta privilegiada para resolver conflictos y evitar la reedición de nuevos ciclos de violencia.
Antioquia será sede de la II Cumbre de Diálogo Social, que tiene una particularidad al venir convocada conjuntamente con el sector empresarial y la Procuraduría, con el ánimo de articular visiones y acciones que proyecten el diseño de elementos para la cohesión social y el desarrollo.
A lo largo de su historia esta región ha demostrado su tenacidad para superar obstáculos y edificar sobre las dificultades. Hoy día aporta una valiosa experiencia que exalta los valores del pueblo paisa y que trabaja en diferentes ejercicios de resiliencia, memoria y reconciliación, elementos que junto al diálogo social son esenciales para promover el desarrollo y revigorizar nuestra democracia.
Es la forma de transformar el conflicto en instrumento constructivo y por ello reiteramos que ¡el diálogo es la vía!
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