TRUMP EN COREA DEL NORTE
El domingo 30 de junio, Donald Trump se convirtió en el primer presidente en ejercicio de los Estados Unidos en pisar territorio de Corea del Norte, el Estado más hermético y autoritario del planeta, gobernado por la tercera generación de una dictadura hereditaria. Sin embargo, en lugar del intercambio esperado de formalidades, el presidente se entrevistó durante cerca de una hora con el dictador Kim JongUn en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas.
La pregunta es si el mediático encuentro, que fue organizado a última hora por Trump, tendrá resultados concretos. Para algunos analistas, una vez en campaña por la presidencia el objetivo de Trump no puede limitarse a la operación publicitaria si quiere consolidar su imagen de buen negociador. Para el periódico The Guardian, por ejemplo, el presidente habría aceptado una aproximación gradual en las negociaciones sobre el desarme nuclear de Corea del Norte, un cambio en la estrategia para buscar resultados.
En realidad, plantean otros, ha habido pocos progresos desde que las dos partes se encontraron en Singapur hace un año, sin olvidar la malograda reunión de Hanoi en febrero de 2019. Aunque la reanudación de las conversaciones es bien recibida, no hay ninguna garantía de que el régimen norcoreano quiera realmente avanzar y su diplomacia estaría en busca de tiempo para desarrollar su armamento