Título suramericano se ganó bajo frío y presión
Por lo inédito del logro y la forma en que se dio, la conquista de los sub-12 de Colombia en Argentina tiene tintes especiales.
El frío se les metía hasta en los huesos, tanto, que no les valió jugar con chaqueta y sudadera puestas. Y es que en la cancha que les asignaron casi siempre para disputar el Sudamericano, los vientos de la ola polar que azota a Argentina, se sentían con mayor dureza. Parecía más una cueva que un campo de tenis.
Para colmo estaba la tremenda afición argentina, que vive el tenis con un fervor desbordado y cuya presión desde la grada le ha cobrado factura hasta a los equipos de Copa Davis de varias nacionalidades, jugadores grandes y acostumbrados a esos escenarios.
Bajo esas condiciones el equipo colombiano sub-12 logró por primera vez, de forma simultánea, el título suramericano en ambas ramas. Semejante logro, que se convierte en un bálsamo para el tenis nacional en un año difícil, fue posible gracias a tres niños, tres niñas, dos entrenadores y los devotos padres de familia, que apoyaron en directo y a la distancia esta consecución.
Jaime Restrepo, el experimentado entrenador antioqueño, coronó la competencia con Santiago Ángel (Risaralda) y los los paisas Alejandro Arcila y Pablo Suárez.
Javier Gómez (Casanare) hizo lo propio con Valeria Amorocho, Valentina Mediorreal (Bogotá) y Mariana Higuita (integrante de Liga Antioqueña).
“Vencimos al frío y a la presión local, con un gran despliegue técnico y mental. Creo que ellos aún no han asimilado lo
6 años llevaba Colombia sin conquistar el título femenino sub-12 en el Suramericano.
que lograron. Mostraron un carácter competitivo tremendo. Es cierto que nadie asegura que ganar este torneo sea decisivo para que lleguen al profesionalismo. Pero sí nos da muchos indicios del recurso humano con el que contamos”, destacó Restrepo.
Para Alejandro, queda una experiencia definitiva en las aspiraciones propias y de sus compañeros. “Tener una barra en contra nos unió como grupo y nos demostró la confianza y el nivel que podemos alcanzar”.
Luis Alberto, papá de Mariana y quien la acompañó en Argentina, señala que el título es el inicio de nuevos retos. “Los papás siempre estamos apoyándolos, sufriendo desde casa o viajando con ellos. Siempre con la esperanza de que lleguen los apoyos necesarios, mientras tanto no paramos. En septiembre vamos para Bolivia a la Copa Cosat (reto mayor al Suramericano), cada torneo es una aventura. Ojalá las próximas tengan untambién final feliz”, invoca