¿Cómo afecta el cambio climático al empleo?
Se le conoce como estrés térmico y según la Organización Internacional de Trabajo, podría costarle al mundo 80 millones de empleos de cara a 2030.
El “estrés térmico” que se genera por las olas de calor acabaría con 80 millones de empleos a 2030, según la OIT. Análisis.
El hecho de que un trabajador sienta cansancio, malestar general, dolor de cabeza, incomodidad, fatiga, calambres musculares y exceso de sudoración a razón de tener calor, tiene consecuencias laborales, al menos así lo plantea la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el informe “Trabajando en un mundo más cálido”.
Se le conoce como estrés térmico y de acuerdo con cifras presentadas por la OIT, no prestarle la atención que necesita podría costarles a las empresas un descenso en la calidad de la mano de obra, y por ende una afectación sobre los índices de productividad.
La alerta se hace 11 años antes de lo que según el órgano multilateral será el momento decisivo sobre el impacto que tendría esta nueva incapacidad laboral. De acuerdo con estimaciones hechas por la OIT, un aumento en la temperatura cercano a los 1,5 grados centígrados, de cara finales de siglo, hará que se pierda el 2,2 % de las horas de trabajo hacia 2030.
Ese porcentaje, según la OIT, equivale a que desaparezcan, al menos, 80 millones de empleos, fenómeno que para estados y empresas pasaría factura por 2.400 billones de dólares por la disminución en acuerdos comerciales.
“La incidencia del estrés térmico en la productividad laboral es una grave consecuencia del cambio climático, que provoca asimismo otros efectos adversos, por ejemplo cambios en los regímenes de precipitaciones, aumento del nivel del mar y pérdida de biodiversidad”, dijo a través de un comunicado Catherine Saget, directora de la Dependencia del Departamento de Investigación de la OIT.
Y es que el desempeño laboral de un empleado se puede ver afectado en varios aspectos, desde un descenso en algunas aptitudes físicas, hasta la capacidad para elaborar ciertas actividades. “Como todo factor externo los trabajadores siempre deben contar con las condiciones óptimas de funcionamiento para desarrollar sus actividades sin contratiempos”, añadió Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.
Los otros datos
Según las estimaciones entregadas por la OIT el sector que más se vería afectado por el
cambio en las condiciones climáticas sería el agropecuario. Del total de horas perdidas, el 60 % correspondería a ese segmento, que a nivel mundial cuenta con 940 millones de empleados. Seguido estaría el constructor, que tendría una pérdida del 19 %.
“Otros sectores particularmente en riesgo son los de bienes y servicios medioambientales, recogida de basura, emergencias, trabajos de reparación, transporte, turismo y deportes, así como determinadas formas de trabajo industrial”, dice el informe.
Para Raúl Ávila, profesor experto en economía de la Universidad Nacional, la explicación está dada porque en estos segmentos la mayoría de las actividades laborales se deben realizar en exteriores, requieren más exposi
ción en ese sentido.
“Preocupa el llamado de atención que está haciendo la OIT porque son segmentos que sin duda serán vitales para la consolidación de economías en vía de desarrollo. Se necesitarán políticas laborales que vayan en pro de favorecer las condiciones de trabajo de quienes son sobre todo la primer mano de obra”, recalcó Ávila.
Las recomendaciones
Finalmente, la OIT le pidió a los gobiernos nacionales exigir a las empresas estándares laborales que vayan garanticen la protección de los empleados y generen los espacios de trabajo acordes a las necesidades que representa desarrollar actividades en zonas de alta temperatura (ver Informe).
Dice la entidad que es vital el fomento de infraestructuras adecuadas y el desarrollo de sistemas de alerta temprana “para hacer frente a los fenómenos térmicos, así como la mejora de la aplicación de las normas internacionales del trabajo”.
Adicionalmente solicitó a las empresas proporcionar agua potable así como la adaptación de los horarios de trabajo, el uso de vestimenta y de equipos, la utilización de las nuevas tecnologías y la realización de recesos laborales
19 % de las horas de trabajo en el sector constructor se perderían por el fenómeno.
2.400 billones de dólares le costaría a las empresas la caída en la productividad laboral.