Entidades culturales deberían ser mixtas
“Medellín tiene todavía un nivel medio de escenarios. Esta ciudad, contrario a casi todas las demás del país, tiene privatizados los grandes teatros, las orquestas y los museos. Cuando miras los lugares culturales más importantes, llámese Teatro Pablo Tobón Uribe, Metropolitano o el de la Universidad de Medellín, son privados. Lo mismo ocurre con la Filarmónica, Sinfónica de Antioquia o Sinfónica de Eafit, el Museo de Antioquia, el Mamm o el Parque Explora, son privados. Si bien la administración pública hace una inversión importante en términos de cultura, el procedimiento y el músculo de funcionamiento del municipio está amarrado a un privado, lo cual lo hace un poco complejo. La lógica que eso suscita es que estas instituciones están supeditadas a conseguir la nómina. Bogotá, por ejemplo, tiene el Jorge Eliécer Gaitán, el Colón, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo o algunos teatros universitarios; también hoy la gran Cinemateca. Hay una relación de fuerza distinta. Lo ideal es que fuera mixto, ni del uno o el otro sino los dos. El otro asunto que esto conlleva es que una parte de la producción artística de la ciudad la está haciendo la Alcaldía, como si fuera un productor de eventos, llámese Fiesta del Libro, Feria de Flores, Festival de Tango. El problema es que eso absorbe en gran medida la energía del gran equipo que han tenido varias administraciones públicas en la producción de eventos. Eso ya lo había intentado resolver la Alcaldía en una estructura llamada “Medellín, un gran escenario”, que la administración pasada desmontó. Es un tema complejo porque lo público debería tener una propuesta diferente en la relación que tiene con el ciudadano, como estimulando políticas participativas y la creación colectiva”.