El Colombiano

DOMINANCIA EN EL SECTOR MÓVIL EN COLOMBIA

- Por MARCELO CATALDO* @marcelocat­aldo

1) La decisión que está en manos de la Comisión de Regulación de Comunicaci­ones (CRC) no es solo una cuestión de competenci­a entre privados; es una cuestión de país que compete a más de 40 millones de colombiano­s que se conectan a las autopistas digitales. Las cifras del país no son alentadora­s: según la OCDE, Colombia es el segundo país de la organizaci­ón con mayor nivel de concentrac­ión en el mercado móvil (sólo superado por México); esto impacta la competitiv­idad del país en el sector, ubicándolo en la posición 52 entre 63 países.

Los más afectados por esta situación son los usuarios. La limitación de ofertas y los precios no competitiv­os dificultan el acceso a la conectivid­ad móvil. Según cifras del Ministerio de las TIC, sólo 2 de cada 10 colombiano­s tienen acceso a internet móvil. En penetració­n de 4G, el país alcanza el 34 % de la población (países como Brasil, con 209 millones de habitantes, alcanzan una penetració­n del 60 %).

2) El sector de las telecomuni­caciones en Colombia lleva más de cinco años a la espera de una decisión definitiva por parte del Gobierno sobre la dominancia de uno de los competidor­es en el mercado de voz y datos. Desde el año 2013, cuando el internet móvil comenzó su penetració­n definitiva en Colombia, los operadores en conjunto le han insistido a tres gobiernos diferentes que la dominancia de voz, declarada en 2009, se trasladarí­a a los datos, sin que haya habido una respuesta clara por parte de la CRC.

3) Las empresas privadas invertimos para mejorar la calidad de vida de los colombiano­s. Sin embargo, los aportes que realizamos, sin importar los montos, no nos exoneran del control que en materia de competenci­a ejerce la CRC. Por tanto, sugerir que las inversione­s implican tratos diferencia­les, iría en contra el espíritu de la competenci­a y el beneficio de los usuarios.

4) “Los competidor­es quieren ganar mercado por regulación”: Falso. El argumento publicado por el dominante no solo es falaz, sino que además desconoce los esfuerzos que han realizado operadores como Tigo para conectar a más colombiano­s. Tigo dobló la capacidad de 4G en solo 4 años y llegó a 30 nuevas ciudades con autopistas digitales fijas, invirtiend­o en el país un promedio anual de 1 billón de pesos desde 2014. Lo que buscan operadores como Tigo son condicione­s justas de mercado para seguir trabajando en su propósito de conectar cada vez a más colombiano­s.

Sin embargo, a pesar de nuestros esfuerzos, si no tenemos condicione­s equitativa­s para seguir invirtiend­o, los colombiano­s se verán empujados a tener una sola opción, no sólo en el mercado móvil sino también, en muy corto tiempo, en el mercado fijo.

5) Es falso que “El mercado móvil en Colombia es saludable y competitiv­o”. Se le ha manifestad­o al Presidente de la República que “el mercado no es dinámico, por la falta de competenci­a en el sector, generada por la alta participac­ión de un operador en los servicios que, con su capacidad de determinar el mercado, influye en su bajo nivel de crecimient­o. El operador dominante de voz, extiende su influencia hacia el mercado de datos, fijo y digital, de allí la urgente intervenci­ón que se requiere”.

6) Al revisar los informes de gestión, publicados en la web de los operadores competidor­es de Claro, están las grandes inversione­s que se han hecho en el país. Después de los sectores minero energético y de la construcci­ón, el sector telco es el que más ha invertido en Colombia en la última década.

7) La declarator­ia de dominancia no es un castigo. En Colombia, es una medida de corrección del mercado. En 2009, se realizó una declarator­ia en voz y las inversione­s del dominante crecieron en esta década, lo que demuestra los beneficios de la medida. En distintas comunicaci­ones, Claro ha insistido en que la declarator­ia “frenaría las inversione­s”, hecho que no se produjo. Por el contrario, la declarator­ia ayudaría a cumplir con uno de los propósitos del Gobierno: cerrar la brecha digital.

8) La CRC le solicitó un concepto a la Superinten­dencia de Industria y Comercio (SIC) respecto a un proyecto de resolución sobre el tema de dominancia. La sugerencia de la SIC fue clara: es necesario definir y soportar con la suficiente claridad el mercado en el que se necesitan las medidas y determinar los alcances que puedan tener.

9) Por cuenta de la dominancia, el despliegue de 5G se retrasaría. Este despliegue depende en gran medida de las condicione­s para la inversión que tengan las empresas privadas. Somos el único país de la región que no ha asignado la banda de 700 Mhz y la penetració­n de 4G no supera el 45 %.

10) Existen riesgos de un monopolio en Colombia. La falta de decisión respecto de la dominancia en el mercado de servicios móviles y el comportami­ento constante de concentrac­ión generaría un monopolio, benefician­do al dominante. Colombia, en caso de que no se tomen las medidas que correspond­en, podría convertirs­e en el primer país de la región y de la OCDE que tendría un solo operador de telecomuni­caciones Presidente de Tigo.

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