Ni con descuidos, Nairo muestra flaquezas en el Tour de Francia
En lo corrido del actual Tour de Francia, el colombiano Nairo Quintana (Movistar) ha pasado dos veces del susto a la calma.
La primera vez fue en el estreno de la competencia en Bruselas, donde a dos kilómetros de la meta mostró pericia y concentración esquivando la montonera que se produjo.
Ayer, en la séptima fracción, la más larga de la edición, de 230 kilómetros entre Belfort y Chalon-sur-Saône, un trayecto plano para hombres veloces, el colombiano evidenció fortaleza al volver a conectar con el grupo de los favoritos.
Al ser abordado por la prensa al término de la fracción, el escalador Quintana explicó que quedó cortado tras el “sprint” intermedio (km 196) por parar a orinar.
“Esto es el Tour y en el Tour no se puede descuidar uno ni un solo momento. Tenía ganas de orinar, podía haber llegado así hasta la meta, pero un compañero me dijo que paráramos”.
“Luego arrancamos rápido. Se lanzó rápido el ‘sprint’, quedamos entre coches y nos comenzaron a cortar, quedamos por detrás”, relató Nairo.
“Pero el equipo estuvo atento para cerrar el cortecito y por fortuna no hubo ningún inconveniente. Hay que agradecer a los compañeros, que me han cuidado muy bien estos días. La gente no lo percibe pero siempre están para ver lo que nos hace falta. En estas oportunidades los podemos ver en primera plana. Lo hemos solucionado rápidamente y queda en una simple anécdota. La próxima vez hago pipí en la bicicleta”.
Pese a ese despiste, en el andar del colombiano se evidencia solidez y en sus palabras se percibe que en el Movistar es el señalado para luchar por la general.
“El balance hasta ahora es bueno”, agregó el boyacense, quien pierde en la general 1.41 con el italiano Giulio Ciccone (Trek), quien ayer mantuvo el liderato en la jornada en la que cobró revancha el holandés Dylan Groenewegen, del Jumbo (ver protagonista)